Construcción. El sector da trabajo en Menorca a 3.873 trabajadores, y espera un invierno muy duro - Archivo

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Los constructores de Menorca ven la Norma Territorial Transitoria que está preparando el Consell como un balón de oxígeno para un sector que se encuentra prácticamente sin aliento. De hecho, confían en que en dos o tres meses el nuevo documento esté a punto y aporte algo de actividad a los casi 4.000 trabajadores del sector del ladrillo.

Tras entrevistarse el jueves con el presidente del Consell y el conseller de Ordenación del Territorio, el presidente de la Asociación de Constructores de PIME, Nicolau Bosch, explica que "esta norma es la única salida posible para que tengamos trabajo", y por eso pide que se ponga en marcha cuanto antes. "Hay que activarse ya, no valen ya más trabas, porque si tenemos que pasar otro año como éste no sé si quedará ya ninguna empresa del sector en Menorca", apunta Bosch.

La principal reivindicación sobre esta norma transitoria es la aportación de seguridad jurídica y una mayor permisividad en el suelo rústico. Así, Bosch asegura que "a día de hoy hay gente interesada en rehabilitar viviendas en suelo rústico pero la inseguridad jurídica reinante les frena". El presidente de los constructores de PIME explica que son dos los tipos de iniciativas que se encuentran paralizadas en el suelo rústico. Por un lado, los propietarios de 'llocs' que no actúan en sus propiedades "y las tienen cerradas porque no pueden obtener ningún rendimiento". En segundo lugar, Bosch habla de "inversores foráneos que no compran en Menorca por la enorme inseguridad jurídica que, dicen, existe en esta isla".

En este punto, Nicolau Bosch coincide con el delegado en Menorca de la Asociación de Constructores de CAEB, Francisco Cardona. En plena celebración en Menorca del comité ejecutivo de la entidad balear, Cardona asegura que "algunos constructores aseguran que tienen clientes con elevado poder adquisitivo que no invierten en la Isla porque dicen que ahora mismo es imposible hacerlo". En esta línea, Cardona critica que "cualquier petición de permiso se demora muchísimo, y esto desmotiva a cualquier inversor".

Sobre las expectativas que genera la revisión del PTI y de manera más próxima la Norma Territorial Transitoria, Cardona se muestra algo menos optimista que su compañero de PIME, puesto que asevera que "puede ayudar a desencallar el sector, pero no es la única solución. Además, si realmente esta revisión aporta algo no será ya para este invierno, porque las actuaciones deberán planificarse y ya nos iremos mucho más adelante en el tiempo".

Sobre el suelo rústico, Cardona también se muestra partidario de permitir actuaciones de rehabilitación y mejora. "Ampliar ya es otro tema, y seguramente deben ponerse directrices muy claras", añade.

MÁS UNIDAD Y CONTROL

El delegado de los constructores de CAEB asegura que el sector no solamente necesita una revisión de la normativa, sino otras cosas. Entre ellas, explica, un mayor control sobre las obras actuales. Afirma que "últimamente hemos detectado a personas oficialmente en paro trabajando en algunas obras, e incluso menores, lo que requiere de un mayor esfuerzo de vigilancia por parte de la Administración".

En la lista de peticiones, Nicolau Bosch, de PIME, también solicita una mayor coherencia entre las diferentes urbanísticas de cada municipio. "Está bien que el Consell modifique el PTI y redacte esta Norma Transitoria, pero luego te encuentras que en cada Ayuntamiento las normas son diferentes, y en un sitio tienes que pedir multitud de permisos y en otro casi no tienen que presentar ninguna solicitud", comenta. Así, Bosch solicita "una unificación de criterios, tanto en lo que se refiere a permisos como también en materia de ruidos".