Críticas. Salord y Martí hicieron balance de la acción de gobierno - Paco Sturla

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El PSM-Més per Menorca acusó ayer al PP insular de obedecer las directrices que salen de los gobiernos tanto central como autonómico en relación a las políticas de austeridad que deben aplicarse, sin defender en ningún momento los intereses de los menorquines, que son, en definitiva, los que depositaron la confianza en las urnas.
El partido menorquinista hizo una valoración muy negativa del "primer periodo de los gobiernos del PP", por considerar que desatienden la que, para ellos, es la principal prioridad en momentos como el actual, "las personas".

La portavoz de la oposición en el Consell, Maite Salord, considera que ha quedado demostrado que "los gobiernos del PP, tanto en Madrid y en Palma como en Menorca, están siendo muy duros con los débiles y muy débiles con los fuertes, no han metido la mano en la caja de las grandes fortunas y de las entidades bancarias, que son las que cortan el bacalao".
Así, Salord considera que "debe haber austeridad, pero ligada a lo prescindible", y aún más en Menorca, donde la doble insularidad representa una losa magnificada en un contexto de crisis.

Maite Salord cree que "es imprescindible tener un Consell fuerte que defienda los intereses de los menorquines, no puede ser una delegación territorial del Govern en Menorca, es la hora del menorquinismo, no del servilismo". Porque desde el PSM consideran "inadmisible" que venga la ministra de Fomento, Ana Pastor, a decir que van invertir una millonada en Balears pero muy poco en Menorca y que el presidente del Consell, Santiago Tadeo, "no abra la boca para quejarse" en aras a esta claudicación hacia Madrid y Palma, "sin pedir más esfuerzos para la Declaración de Servicio Público".
Por eso, Salord opina que "las claves para Menorca son el transporte y la promoción turística, y no se ha avanzado en ninguno de los dos temas, porque no interesa, porque la promoción de Balears se hace desde Mallorca". En este sentido, el diputado autonómico, Manel Martí, afirmó que "si en Mallorca hubieran perdido las conexiones con Madrid habría sido un problema de Estado, sin embargo, si sucede aquí, no pasa nada", denunció.

Según el PSM, "el 'handicap' más importante para los enfermos, los estudiantes y para el sector empresarial es el transporte. Y no sólo no se hace nada, sino que el Consell acepta sin rechistar la reducción de las ayudas para los sectores del calzado y la bisutería para promocionarse en ferias". En este contexto, Salord se preguntó "¿es así como el PP piensa sacarnos de la crisis?".

E igual sucede con la promoción turística. "Un euro para Menorca gestionado desde Menorca cunde más que si se gestiona desde Mallorca, porque conocemos las necesidades, pero eso no le interesa al centralismo mallorquín", denunció Salord.

Siempre pagan los mismos

El diputado autonómico, Manel Martí, criticó que "el PP haya optado por una serie de medidas para hacer frente a la crisis echando por tierra muchos años de luchas". Se refiere a la subida generalizada de impuestos mientras que hay una preocupante disminución en la calidad de los servicios básicos. "Todo esto no hace más que empobrecer la democracia, con más familias que viven en el umbral de la pobreza, con una clase media cada vez más precaria y un sector empresarial con más dificultades", afirmó.

Y es que para Martí, las políticas de austeridad que está aplicando el Gobierno de Mariano Rajoy, y que están siendo secundadas, a rajatabla, por las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular, "sólo sirven para crear una espiral de caída económica: se reduce el déficit, sube la presión fiscal, bajan los sueldos y la capacidad de las familias para gastar, lo cual reduce los ingresos de la Administración, que se ve obligada a reducir más el déficit. Y todo repercute sobre el ciudadano", criticó.
Para el representante del PSM en el Parlament, "el PP ha optado por políticas que no se basan en la redistribución del esfuerzo. Está claro que hay que redimensionar la Administración, pero también el esfuerzo". Porque para Martí no tiene sentido que "la presión afecte de forma igual a las rentas de 100.000 euros que a las de 50.000, 30.000 o 15.000 euros", ya que quienes acaban pagando más son siempre las clases más débiles.