Un año atrás, este periódico anunciaba que el observatorio astronómico de Ciutadella estaba a punto de encontrar un uso. El Cercle Artístic se había ofrecido para gestionar la instalación, y con el anterior equipo de gobierno en el Consistorio se había avanzado bastante en este tema. Todo dependía de la firma de un convenio con el Ayuntamiento, titular del edificio ubicado en el Canal Salat. Un año después, el acuerdo sigue sin firmarse, aunque ahora parece haber fecha para la rúbrica de este acuerdo: en septiembre.
El observatorio, popularmente conocido en Ciutadella como el champiñón del Canal Salat, será utilizado por la sección de Astronomía de la entidad cultural. De hecho, durante estos últimos meses, esta entidad ha tenido acceso al edificio puesto que disponía de las llaves del mismo gracias a un acuerdo verbal con el Consistorio. De este modo, los futuros gestores del espacio han podido comprobar que "el telescopio está allí y funciona, pero falta equipamiento y adecentar la instalación. Es necesaria una inversión para acondicionar definitivamente el edificio".
La concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ciutadella, Auxiliadora Pons, asegura que el mantenimiento del observatorio, así como alguna inversión adicional que sea necesaria como la que reclaman los futuros gestores, correrá a cargo del Consistorio. Sobre el retraso en la concesión del uso de la instalación, Pons explica que "nos encontramos con algunos problemas técnicos, como una compuerta que no funcionaba, y tuvimos que arreglarla".
Para que el observatorio dé todo el rendimiento que de él se habló, falta comprobar, explican los futuros responsables del edificio, si la conexión entre el telescopio y la sala de proyección del Canal Salat funciona correctamente. Éste sería un elemento clave para que desde el Cercle Artístic se pudieran organizar visitas escolares, y enseñar a la vez a todos los alumnos lo que el cielo esconde. Esto, y la instalación de un ordenador en el observatorio son dos de los pasos básicos para que el Cercle Artístic entre en un edificio que se estrenó en mayo del año pasado y que a día de hoy no ha aportado mucho a la ciudad.
Cabe recordar, en este sentido, que el observatorio astronómico fue el proyecto ideado en su día para desestacionalizar el turismo en Ciutadella. No en vano, se acogió al Plan de Desestacionalización que financiaba el Govern balear, y que aportó tres millones de euros para el proyecto que inicialmente no debía ubicarse en el Canal Salat, sino en Es Pinaret. Ya entonces se discutió si un observatorio astronómico podía atraer a más turistas hasta Ciutadella. Y las dudas crecieron cuando el observatorio se trasladó a la zona del centro Canal Salat Situado a pocos metros de una ciudad altamente iluminada, ya no solo se dudaba de la capacidad del observatorio para atraer turistas, sino que además, se cuestionó la propia funcionalidad del telescopio.
La cuestión era que el observatorio se tenía que construir sí o sí. Era la piedra angular para que el Govern aportara los tres millones de euros prometidos para Ciutadella. Así, a pesar de las múltiples modificaciones sobre el proyecto, el observatorio persistía, a pesar de que eran muchos los que dudaban de su utilidad y de su necesidad. De este modo, cuando se replanteó el auditorio previsto en la zona del Canal Salat y se pasó a la actual sala multifuncional, el observatorio siguió en pie, y su figura de champiñón con sombrero rojo se elevó entre la vegetación del Canal Salat, sin que muchos supieran muy bien qué era aquel edificio y para qué serviría.
A día de hoy, siguen siendo bastantes los que no saben qué uso tiene aquel edificio, básicamente porque a día de hoy aún no tiene ninguno. Si finalmente el próximo mes se firma el convenio y en octubre empiezan, como pretende el Cercle, las visitas escolares, quizás ese inmenso champiñón pasará a ser algo más que un curioso edificio entre la vegetación.
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