Jazz. Eva Cortés ofrece esta noche un concierto de jazz en la explanada del Hornabeque de La Mola

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Jazz Obert se congratula de tener esta noche en la fortaleza de La Mola a la voz femenina del jazz del momento, Eva Cortés, todo un referente del jazz fusión. Se trata de una vocalista de origen latino y residente en España que actuará en la explanada del Hornabeque junto a Gregory Privat, piano, Toño Miguel, contrabajo, y Federico Marini, batería. Eva Cortés es además de cantante, compositora. Su voz, reconocida por su gran calidad, ha recorrido varios estilos, el jazz entre otros. Su último disco es "Jazz one night with Eva Cortés in Madrid".

Seguramente no conoce, aún, el escenario de La Mola donde va a cantar esta noche, pero ya le habrán explicado que se trata de un lugar muy especial.
Es cierto, no lo conozco, es la primera vez que actuamos en La Mola. Y tampoco me han explicado mucho, pero yo soy bastante curiosa y me adentré a través de internet y vi fotos, me sorprendió, es un sitio precioso.

¿Un nuevo entorno como La Mola influye de alguna manera en su actuación?
Todo lo que rodea a un concierto deja una huella en nuestro estado y por ende en como interpretamos la música. Eso es una parte muy interesante de esta profesión, el ser permeables a lo que experimentamos y lo que compartimos en cada lugar con cada público, esto nos enriquece como personas y como interpretes.

¿Tendrá que ver también en la improvisación?
Por supuesto. Todo influye, tanto en la elección del repertorio como en el desarrollo de los temas.

¿Por que canal se conduce la improvisación del jazz?
Supongo que es una cosa muy personal y cada uno podría responder a su manera. A mi me inspira mucho el estado de ánimo de mis compañeros, lo que están proponiendo en el momento y saber que ellos también están receptivos a lo que yo les propongo. En mi caso la improvisación ha de partir de sensaciones.

¿Y que es lo que tiene el jazz que agrada tanto? ¿Se puede explicar con palabras?
Supongo que hay una parte cerebral que si se puede explicar, uno siempre intenta buscarle explicación a las cosas, es nuestra naturaleza... Lo que me inspira el jazz es la libertad de crear en el momento, crear desde el sentimiento en mi caso, ya que he llegado a la música con una pequeña base teórica y sobre todo aprendiendo de oído.... Me gusta poder cambiar con la canción o que la canción cambie conmigo, según se den las cosas.

Está reconocida como una de las grandes voces femeninas del jazz actual. ¿Cómo se adentró en este mundo?
A través del blues y de Billie.

Ha publicado cinco discos. Además de intérprete es también compositora, un perfil muy completo...
Muchas gracias. La verdad es que lo de escribir siempre lo he hecho. Recuerdo que la primera letra que escribí para un tema que cante en público, fue para un blues a los 16 años. Escribía en inglés porque me parecía mas fácil expresar emociones ya que no te implicas tanto emocionalmente cuando hablas en una lengua que no es la materna. En mi primer álbum si empecé a cantar mis letras en castellano, entonces decidí que era el momento de implicarme al mil por cien y quitar esa barrera del idioma.

Sus orígenes hondureños, educación andaluza, periodos de residencia en París, ahora también en Cataluña, viajes constantes... ¿De cada sitio de donde viene y a donde ha ido le añade algo a su música?
Sí, la verdad es que he tenido mucha suerte al haber estado expuesta de modo natural a tantas culturas, de pasar periodos bastante largos en diferentes países. Nací en Honduras donde estuve hasta los tres años, pasé un año en Madrid y de ahí fui a Sevilla hasta los 26, viví casi dos años en Costa Rica y después me trasladé a Madrid donde llevo doce años salvo unos meses que viví en Barcelona y un par de años en París... Mi hija es mitad parisina ya que su padre es de allí, la cultura francesa ha pasado a formar parte muy importante en mi vida así como el idioma, por eso también lo incluyo en mis discos.
También soy una apasionada de Nueva York, por motivos obvios, cuando estoy allí, si no estoy actuando intento ir a un concierto al día como mínimo, un día llegue a asistir a cuatro, agotador, pero muy gratificante y sirve mucho para recargar las pilas y la motivación.