La reciente retirada por parte del Gobierno español de 12 cooperantes de los campamentos de refugiados saharauis ha dañado la imagen internacional del pueblo de Bucharaya Hamudi Beyún, que anoche ofreció una conferencia invitado por el Ayuntamiento de Es Mercadal en las Tertúlies d'Estiu. El delegado del Frente Polisario en España afirma que la evacuación de los cooperantes "ha creado una alarma innecesaria". Explicó que "se podría haber hecho de otra forma, como enviarlos de vuelta en un vuelo regular, pero no mandando un avión de las Fuerzas Armadas. La manera en que se ha hecho ha trasladado una imagen dañina para el pueblo saharaui".
Asegura que la retirada de los cooperantes "fue un susto muy grande" y una decisión "unilateral" del Gobierno español que proyectó la imagen de que en los campos de refugiados existe una amenaza para la seguridad. Bucharaya Hamudi niega este extremo. "Para España es importante la seguridad de los cooperantes, también lo es para nosotros, pero si a España le consta que hay una amenaza o un peligro, que no nos consta, debería compartir la información con nosotros".
Asegura que el gobierno de la República Saharaui lleva meses trabajando para garantizar la seguridad de los cooperantes y que la estabilidad en la zona se hace patente con el desarrollo sin incidencias del Festival Internacional de Cine del Sahara y el Sahara Marathon. Reconoce que la primera repercusión de la retirada de los cooperantes españoles ha sido "que los proyectos de cooperación se han quedado a medio camino". No obstante, señaló que el Gobierno español se ha comprometido a reanudar la cooperación a partir de septiembre, un compromiso que el pueblo saharaui confía que se cumpla.
El delegado del frente Polisario en España incidió en que la situación del conflicto saharaui, a nivel diplomático, se encuentra en un momento complicado. "Marruecos ha dejado de reconocer al enviado de la ONU, Cristopher Ross, como interlocutor, por lo que ha bloqueado el proceso negociador. Este bloqueo puede llevar a una reacción no deseada", comentó e implica un nuevo revés a la diplomacia internacional para la resolución del conflicto. "Si los compromisos de la ONU no llegan, aumenta la decepción. Si no hay esperanza para una solución democrática, el desencanto puede provocar una respuesta armada que no deseamos. Marruecos no se puede reír así de nuestro pueblo", dijo.
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