Presentación. Bartomeu Pons, junto al resto de responsables de la entidad en la Isla - Gemma Andreu

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Cruz Roja de Menorca lanzó ayer un llamamiento a los menorquines para poder incrementar su capacidad de respuesta al aumento de peticiones que está recibiendo. El objetivo de la entidad es ayudar en la Isla a unas 500 personas más de las 18.172 que el año pasado ya fueron atendidas por los servicios de esta organización, y que representó entonces un incremento del 25,2 por ciento respecto a 2010. El presidente de la organización en Sant Lluís, Bartomeu Pons, alertó de que cada vez hay más familias menorquinas con todos sus miembros en paro, con niños, sin ingresos, que dependen de la pensión del abuelo y que apenas tienen ya para comer, pagar la luz o comprar productos de higiene básicos. Advirtió sobre la precariedad de muchos de los contratos firmados este verano, "trabajos de apenas meses", "insuficientes", dijo, para acogerse a la prestación por desempleo. "Este invierno puede ser muy largo y ante estos dramas debemos seguir dando un servicio", añadió preocupado. Pons se mostró muy pesimista y auguró un nuevo aumento de la demanda de ayudas. El presupuesto de la entidad el año pasado fue de 1,1 millón, un 0,47 por ciento más que en 2010 y este año se espera que la cifra sufra una ligera merma, por eso hizo ayer un llamamiento a la solidaridad.

Si hace unos años el perfil de los usuarios que acudían a Cruz Roja derivados de los departamentos municipales de Servicios Sociales eran mayoritariamente inmigrantes, ahora son también familias menorquinas, personas mayores y jóvenes con dificultades extremas a los que ya no les avergüenza acudir a la caridad social. "Tenemos gente que incluso ha tenido buenos trabajos, que han sufrido un ERE (expediente de regulación de empleo) o eran interinos, con hijos, que han agotado el paro y con una hipoteca", comentó el responsable de Cruz Roja en Sant Lluís.

Bartomeu alertó de que la situación de vulnerabilidad de algunas familias se ha cronificado y, por tanto, necesitan ayuda económica durante más tiempo para atender situaciones extremas. "Desde hace unos dos años, el usuario acudía a nosotros por una situación coyuntural, ahora es más estructural y necesitan del servicio para comer o pagar luz", añadió.

No obstante, destacó la ventaja de que Menorca sea una Isla pequeña, donde los vinculos familiares aún son fuertes, porque dijo, existe una pobreza latente que hoy por hoy no aflora con mayor fuerza gracias a la solidaridad. El presidente de Cruz Roja de Sant Lluís subrayó el apoyo recibido por parte de la Administración y particulares a través de donativos. "Todo lo que nos entra se dedica a la atención de los usuarios", remarcó y avanzó que Cruz Roja seguirá organizando rifas y tómbolas en la Isla para aumentar sus recursos y poder lograr su objetivo de atender este año a otras 500 personas más.