El día 6 de marzo, los tres concejales del Partido Popular de Es Mercadal alzaron la mano junto al equipo de gobierno para aprobar el avance del nuevo Plan General de Ordenación Urbanística del municipio. Lo hicieron después de mantener una reunión con el alcalde pocas horas antes de esta sesión en la que Francesc Ametller, del PSOE, aceptó las propuestas de los populares que hasta ese día había rechazado. Ahora, casi cinco meses después, el PP se siente "engañado" por el alcalde, y pide que se reconsidere el avance que ellos ayudaron a aprobar.
El inicio de la historia se podría situar en las negociaciones previas a la aprobación de este avance, y en la discusión sobre el futuro emplazamiento de la nueva zona escolar de Es Mercadal. La propuesta del equipo de gobierno es ubicar este espacio en la futura zona deportiva, cerca del Camí de Tramuntana. Desde el PP consideraron que debía haber más de una propuesta en este sentido, y pusieron sobre la mesa dos nuevas opciones. Una, cerca del cementerio, y otra en la Vía de Ronda, al lado de la subida a Monte Toro. Pronto se descartó la opción cercana al cementerio, y los populares aseguran que el alcalde tampoco aceptaba la otra opción.
Para reunir más argumentos, los conservadores pidieron un estudio económico para determinar cuánto costaría levantar el colegio en cada una de las zonas, pero siempre contando con el rechazo, explican, del equipo de gobierno. Hasta el día 6 de marzo, cuando el alcalde les aceptó sus propuestas y se aseguró así el voto del PP, lo que a su vez le garantizaba una mayoría más que notable para aprobar el avance.
"El pueblo solamente podía crecer hacia la zona donde señalaba el PGOU, habían aceptado nuestras propuestas y se nos dijo también que los ciudadanos estaban informados, y por eso votamos a favor con toda nuestra buena fe", explica Antònia Cantallops, portavoz del PP. Poco después, añade, pudieron comprobar que "el pueblo no tenía ni idea del proyecto" en una reunión con los propietarios afectados por el PGOU en la que, explica Cantallops, "59 de los 60 implicados mostraron su desacuerdo con el nuevo texto". Tras este encuentro, el PP se replanteó su voto favorable. "No podemos tener un PGOU con el que casi nadie está de acuerdo", afirman. Además, desde el PP critican que el alcalde no les tuviera en cuenta a la hora de negociar con los propietarios o que no les informara de la llegada de alegaciones.
Con este panorama se llegó al pleno de 30 de mayo, en el que la Entesa, por un lado, pidió la retirada del avance del Plan General, y el PP por su parte solicitó el estudio económico de las diferentes ubicaciones para la nueva escuela, y añadió la petición de un referéndum para que los ciudadanos de Es Mercadal pudieran escoger entre las diferentes opciones siempre que fueran viables. Ambas mociones fueron tumbadas con los votos del equipo de gobierno (PSOE y UMe) y de la concejal no adscrita María Antonia Alonso. En este sentido, Cantallops lamenta que "los votos de dos personas de Fornells (Alonso y Constanza Forteza) hayan servido para impedir el referéndum de una cosa referente al pueblo de Es Mercadal. Creo que estas concejalas deberían haberse abstenido". De este modo, el PP solicita ahora un replanteamiento del Plan General que pase, sobre todo, por la participación de la gente. Solicitan así que se modifique el texto "de manera que afecte a menos propietarios que ahora mismo, porque al final serán éstos los que tendrán que urbanizar unas zonas que ahora no quieren que sean urbanizables, puesto que quieren sus hortales".
Desde el PP aseguran que "nos sentimos engañados, nos han dicho verdades a medias", apuntan tanto Cantallops como Vicent Gomila, también concejal. "No queremos un conflicto con este tema, sino que el pueblo esté tranquilo y tenga lo que quiera, y ahora mismo tenemos muchas dudas de que el Plan General de Xisco Ametller sea el que quieren la mayoría de los mercadalencs", concluye Gomila.
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