Las actuaciones no ejecutadas en el puerto de Maó desde la pasada legislatura alcanzan un presupuesto de 34 millones de euros que Autoridad Portuaria de Balears (APB) está a la espera de invertir. Fuentes del ente gestor de la rada mahonesa han señalado que la financiación de estos proyectos está garantizada aunque no podrán llevarse a cabo hasta que se desbloqueen sus tramitaciones.
Una de las intervenciones que han quedado atascadas en el limbo de los despachos es el dragado de la zona próxima a la Estación Naval y el Cós Nou valorado en cerca de 1.800.000 euros y previsto por APB desde 2006. El GOB detectó en febrero de 2010 un error en el estudio presentado por el organismo publico que dirige actualmente José María Urrutia. Autoridad Portuaria reconoció la existencia de la equivocación en el cálculo de las concentraciones de mercurio en los lodos del puerto de Maó y se comprometió a encargar un nuevo estudio.
Por otro lado, la construcción de la estación marítima y las pasarelas fijas en los muelles del Cós Nou, donde también restan pendientes las obras de los caminos de rodadura y la instalación de pasarelas móviles, así como la ordenación de superficies y viales en las explanadas y el acondicionamiento de la parcela situada en la zona norte, se han retrasado hasta que se resuelva el proyecto del vial de acceso al Cós Nou. Esta actuación quedó encallada ahora hace cinco años y, a día de hoy, Autoridad Portuaria elabora la memoria resumen de la actuación solicitada por la Comisión Balear de Medio Ambiente, un trámite previo a la iniciación del proyecto de evaluación ambiental.
Otra de las actuaciones previstas por el ente gestor y que continúa paralizada desde la pasada legislatura es la ampliación de la explanada oeste del muelle de pasajeros, un proyecto pendiente desde 2009 valorado en alrededor de 1.500.000 euros. "Hasta que no resolvamos todas las intervenciones pendientes es complicado tirar adelante nuevos proyectos", indican.
Cala Figuera
Por otra parte, el organismo público está a la espera de obtener una respuesta por parte del Ayuntamiento de Maó y el Consell en relación a Cala Figuera. Tras ser nombrado presidente en agosto del año pasado, Urrutia presentó ante las administraciones local e insular diversas alternativas con el fin de dar respuesta al incremento de la demanda de amarres y de servicios asociados a la náutica de recreo. En concreto propuso la construcción de una marina deportiva, a la que podría sumarse también una nueva línea de amarre para cruceros de hasta 245 metros de eslora. Además, cada una de estas dos opciones contempla diferentes posibilidades de desarrollo, con más o menos servicios.
En el caso de que se optase por la posibilidad de dar cabida a cruceros, Autoridad Portuaria asumiría los gastos de la construcción de la zona de amarre, mientras que la dársena deportiva sería financiada por capital privado. En este último caso, fuentes del ente apuntan que se convocaría un concurso y la empresa ganadora se haría cargo de la construcción y explotación de la dársena. "En cuanto el Ayuntamiento y el Consell se pronuncien al respecto pondremos hilo en la aguja para poner en marcha este proyecto", subrayan.
Punta des Rellotje
Autoridad Portuaria trabaja también a día de hoy en la elaboración de un estudio sobre la afectación de unas obras al cantil situado justo encima del restaurante Jágaro. Ya se habían adjudicado los trabajos de reordenación y de consolidación del acantilado de la Punta des Rellotge cuando los técnicos de la entidad detectaron que las obras producirían una vibración que podría afectar a la estabilidad del terreno y, como consecuencia, al local de restauración. Por ello, la actuación se detuvo a la espera de elaborar un estudio de seguridad para determinar las medidas a adoptar para evitar un posible impacto negativo. En esta línea, fuentes del organismo público han avanzado que las obras podrían iniciarse una vez finalizada la temporada turística.
Tercer puesto en inversiones
En respuesta a una moción presentada el pasado mes de abril por el Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Maó a través de la que se denunciaba el "menosprecio" de Autoridad Portuaria en relación a la rada mahonesa, fuentes de la entidad defienden que el puerto ocupa el tercer lugar en inversiones entre 1995 y 2011 dentro del ránking de las cinco radas que gestionan en Balears. "El puerto de Máo y el de Eivissa estuvieron a la par en inversiones hasta 2010, cuando esté último inició su gran transformación después de muchos años de carencias y de contar con servicios que estaban por dejado del nivel de calidad óptimo", señalan.
El ente recuerda que la principal inversión llevada a cabo en el puerto de Maó tuvo lugar entre los años 2005 y 2007. Durante este periodo Autoridad Portuaria destinó alrededor de 20 millones de euros para la construcción de los nuevos muelles del Cós Nou. "Los anteriores muelles habían quedado desfasados tanto en calado como en eslora y, por tanto, se optó por ampliar la zona y habilitar tres muelles en condiciones que dan actualmente un servicio óptimo a los buques de mercancías", insisten.
Tras esta actuación en la rada mahonesa le tocó el turno a La Savina. En 2006 creció el volumen inversor en el puerto de Formentera con el fin de construir una estación marítima con la que hasta ese momento no contaban. A partir de ese mismo año también se incrementó el ritmo de inversiones en Alcúdia, donde fue necesario un dragado para ganar calado y garantizar de este modo el tráfico de buques. Asimismo, se construyó una estación marítima puesto que hasta entonces el puerto tan sólo contaba con unas instalaciones prefabricadas.
De esta manera, Maó abrió la veda de las grandes inversiones en los puertos gestionados por Autoridad Portuaria y por este motivo su presupuesto se ha equilibrado en los últimos años a favor de actuaciones en La Savina, Alcúdia e Eivissa, tal y como apuntan fuentes del organismo público. En este sentido, recalcan que una vez haya finalizado la intervención ya iniciada en la rada eivissenca, la entidad pretende reducir las partidas para cada uno de los puertos, aunque matizan que la rada mahonesa está todavía pendiente de los proyectos en el Cós Nou, que supondrían una inyección de 34,4 millones de euros. "En las últimas décadas se han llevado a cabo actuaciones de gran calado en los puertos, lo que ha permitido definir la fisonomía de cada uno de ellos a largo plazo. Una vez finalicen estas intervenciones, las inversiones dejarán de ser tan cuantiosas como hasta el momento", destacan.
Del mismo modo, apuntan que las partidas anuales destinadas a cada una de las radas se determinan en función de las necesidades y, por tanto, no se tienen en cuenta criterios de equilibrio entre cada uno de los puertos. "Invertimos lo necesario en cada ciudad para que sus puertos sean competitivos y rentables de manera que un puerto puede recibir un año 20 millones y otro cinco. No pretendemos lograr un equilibrio de inversión", aseveran.
Autoridad Portuaria de Balears intenta así paliar el malestar de algunos sectores al comprobar que Eivissa recibió en 2011 unos 25,5 millones de euros mientras que Maó se conformó con 916.000 euros. "La cantidad destinada el año pasado a la isla pitiusa era necesaria puesto que la rada no cuenta todavía a día de hoy con las garantías de seguridad, confortabilidad y calidad de servicio adecuadas", explican.
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