¿En qué situación se encuentra actualmente el turismo recreativo náutico en la Isla?
Trabajo en esto desde hace 14 años, y he comprobado que cada vez la temporada es más corta y los turistas extranjeros tienen menor poder adquisitivo. Ahora se dedican más a ir a la playa y ya está, y por eso en los últimos tiempos nos estamos centrando más en los turistas nacionales. Hemos llegado a punto en que la temporada se limita a julio y agosto.
¿Cuál es el tipo de excursión o servicio que más se vende?
Tenemos una amplia gama de servicios. Viajes en golondrinas, en veleros, alquiler de barcos… Hay un tipo de producto para cada cliente. Si alguien tiene ganas de navegar, podemos ofrecer muchas cosas dependiendo de su perfil.
Menorca tiene un gran potencial en ese campo. ¿Se podría utilizar para intentar alargar la temporada?
Sí. Lo que ocurre es que hay un límite. Las calas en Menorca son pequeñas, y hay las que hay. No puedes doblar de repente la oferta de barcos porque llegaría un momento en que no habría donde ir. Lo que sí habría que procurar es que hubiera más vuelos en temporada baja y llegar a la Isla fuera más barato. Dos meses de trabajo al año es muy poco.
¿Es un tipo de oferta asequible económicamente?
A mí me lo parece. Hay que tener en cuenta que quien alquila un barco para salir a navegar ese día no va a gastar nada más… Con unos bocadillos y unos refrescos pasas unas cuantas horas en el mar. Además, puedes disfrutar más de la Isla y ver cuatro o cinco calas en un día, y eso con el coche es difícil. Es bueno que cuando la gente venga a Menorca sepa que es un destino para navegar. No cabe duda que la mejor perspectiva para conocer Menorca es desde el mar.
¿Tiene clientes locales también?
No muchos, pero alguno sí. Hay mucha gente que tiene una barca o alguien que le lleve.
¿Recomienda una excursión por la costa sur o la norte?
Eso depende del viento; las dos costas son bonitas y muy diferentes.
Pero las golondrinas solamente navegan por el sur…
Efectivamente. Las playas del norte de momento no están preparadas, hace falta muelles para desembarcar a la gente. Si lo estuvieran se podrían hacer unas excursiones magníficas a La Vall.Sería interesante poderlo solucionar.
¿Qué opinión le merece la reordenación del puerto?
Está bien, pero lo que pasa es que aún no se le ha sacado todo el partido que se podría. Va un poco lento en cuanto a la reordenación, la explotación y la concesión de los amarres. Este verano todavía se ven huecos libres.
Y en cuanto al nuevo aspecto que luce…
Se ha perdido un poco el encanto; hay cosas que a la vista no son estéticas, pero es funcional, eso hay que reconocerlo.
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