La Planta de Tratamiento de Residuos Voluminosos de Menorca (TIV) está a la espera de la instalación de las dos trituradoras que permitirán que la empresa de inserción gestionada por Caritas vuelva a funcionar a pleno rendimiento.
El gerente de las instalaciones, Rodrigo Carreño, espera que las nuevas máquinas puedan entrar en funcionamiento a mediados del próximo mes de julio y, hasta entonces, se llevarán a cabo los últimos trabajos de fontanería y electricidad en la nave calcinada en junio del año pasado.
Sin embargo, la mayoría de los operarios ya han abandonado el solar que Caritas había alquilado en las instalaciones de Triatges Menorca, un espacio que han ocupado durante los meses en que se han prolongado las obras de reconstrucción del almacén.
Precisamente ayer, nueve de los trabajadores se incorporaron a sus puestos en la planta cercana al Aeropuerto de Menorca, donde ya recibieron a los camiones que trasportaban los residuos. Tan solo dos operarios permanecen todavía en la parcela de Alaior llevando a cabo diversas tareas de limpieza.
"En dos o tres días ya estarán todos de nuevo en las instalaciones de la TIV y el traslado habrá finalizado", explicó ayer Carreño, quien desconoce aún la fecha de la reinauguración oficial de la planta.
Obras
Los trabajos de desguace de la nave central de la TIV, especialmente afectada por el fuego, se iniciaron en noviembre. Durante una primera fase, se desmanteló la cubierta y las chapas laterales y frontales del almacén. La demolición fue relativamente rápida y en diciembre comenzaron las obras de reconstrucción, que se han demorado algo más de lo previsto.
"Pensábamos que podríamos reiniciar la actividad un mes antes pero las obras se han retrasado ligeramente por causas meteorológicas o por dificultades a la hora de que el material llegara a la Isla, apunta el gerente.
De todos modo, lo peor ya ha pasado. A pesar del devastador incendio que asoló la planta de tratamiento de residuos hace tan solo un año, los responsables de la TIV han dado un ejemplo de superación al hacer frente a la adversidad con ilusión renovada y trabajo duro. Como resultado, las instalaciones lucen a día de hoy resplandecientes y deseosas de volver a una normalidad trágicamente truncada.
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