La cárcel reforma sus espacios para el ingreso de reclusas

El director insular de la Administración General del Estado en Menorca, Antoni Juaneda, confirmó ayer al 'Menorca' que la mayoría de estas reclusas se encuentra en la Isla en situación preventiva -permanecen en prisión provisional a la espera de juicio- por tanto, se trata de "estancias cortas y transitorias". Juaneda se mostró cauto a la hora de facilitar más datos sobre esta materia.

Algunas de las internas, al igual que sucede con sus compañeros de prisión, también son atendidas por el grupo de Pastoral Penitenciaria que trabaja en el centro. Sus voluntarios ofrecen apoyo psicológico, humano y espiritual a todos aquellos reclusos que lo solicitan.

La cárcel cuenta en la actualidad con una población reclusa que no supera las 70 personas, a pesar de tener una capacidad máxima para 210 internos. Precisamente, el hecho de que el centro penitenciario no se encuentre en plena ocupación ha permitido la presencia de mujeres en sus celdas, según explicó el director insular, Antoni Juaneda.

Esta circunstancia no es nueva en las cárceles de Islas. Las prisiones de Eivissa y Mallorca también acogen población reclusa, en Mallorca, por ejemplo se habilitó una unidad de madres.

El centro penitenciario menorquín fue inaugurado el 28 de julio de 2011 rodeado de una fuerte polémica. El edificio situado junto a la carretera de Sant Lluís suma cerca de 14.000 metros cuadrados.

Las obras dieron comienzo en 2009 y su proceso de ejecución se demoró algunos meses debido a la necesidad de reducir las dimensiones iniciales de la torre de vigilancia del centro.

Dispone de 84 celdas repartidas en dos módulos de 40 y 44, a las que hay que sumar 24 celdas de ingresos y salidas, seis de la sección abierta (de presos cuyo régimen les permite salir al exterior), ocho habitaciones de enfermería y seis celdas de régimen cerrado.