Proyecto Hombre trabaja desde diciembre en el Centro Penitenciario de la Isla. A día de hoy, están siendo tratados por problemas de drogodependencia 18 reclusos.
El responsable de la entidad en la Isla, Enric Mas, explica que la primera función de Proyecto Hombre en la cárcel es posibilitar que las personas que se encuentran presas por motivos de drogodependencia sean asesorados sobre las alternativas de tratamiento que tienen, ya sea con carácter intrapenitenciario como extrapenitenciario.
Y es que, como resalta Mas, el reglamento penitenciario permite, según cada caso y después de valorarse las posibilidades, que el recluso pueda desarrollar el programa de rehabilitación fuera del centro. No obstante, en los casos que el reglamento no lo permite, el tratamiento terapéutico se desarrolla con carácter intrapenitenciario.
Mas señala a su vez que la entidad lleva años ofreciendo su servicio en las prisiones de Mallorca y Eivissa y por ello, una vez abierta la de la Isla, Proyecto Hombre ha querido estar presente como respaldo en el avance de la rehabilitación y reinserción de los reclusos con problemas de ingesta de sustancias.
Por otra parte, otras 20 personas están recibiendo actualmente programas terapéuticos. En la mayoría de los casos, llevan consumiendo alguna droga entre ocho y doce años.
De hecho, la casi totalidad de los usuarios tiene entre 23 y 35 años y son menorquines. Además, y según resalta Mas, las condiciones de los drogodependientes que acuden a la entidad en busca de ayuda han cambiado respecto a años pasados.
Actualmente, las personas atendidas tienen menos apoyo familiar, las situaciones a nivel de adicción son más complicadas y con un entorno social más desestructurado.
No obstante, afirma que ha crecido notablemente el número de familias que acuden a la entidad en busca de ayuda para uno de sus pariente. En 2011, fueron 73 las familias que dieron el primer paso.
Por otra parte, y manteniendo el cambio de tendencia de 2010, el año pasado fue el alcohol la droga principal de admisión en los diferentes programas de rehabilitación de la entidad, relegando a la cocaína.
Sin embargo, Mas asegura que regresa el policonsumo puesto que, generalmente, una persona con problemas de adicción, acaba cayendo en más de una droga. Según Mas, "el alcohol es más económico y además, al estar normalizado, parece que es menos peligroso", resalta el responsable.
Por otro lado, dos personas están recibiendo terapia, exclusivamente por ludopatía, en Proyecto Hombre.
Críticas al Menorca Bàsquet por un partido benéfico
La Asociación de Familiares, Amigos y Colaboradores de Proyecto Hombre en Menorca ha renovado su junta. Este colectivo, que se constituyó en 2005, está presidido por Julen Duque y la vicepresidencia va a cargo de Esther Aranda. Se trata de un grupo "joven y con ímpetu", según el vicepresidente saliente, Nicolás Bordoy.
Uno de los nuevos vocales, Fernando Prada, explicó ayer que algunos de los miembros de la junta son exusuarios de Proyecto Hombre lo que "permite servir de puente directo con los atendidos y acercar las vivencias personales".
La asociación cuenta actualmente con 43 socios activos y un patrimonio de 6.811 euros. Bordoy recordó el sinfín de actividades que la asociación ha desarrollado durante estos años para ayudar a Proyecto Hombre.
Y aunque la actividad ha sido fructífera y con buenos resultados, Bordoy mencionó un partido de básquet benéfico entre el Menorca y el DKV Joventut en 2010 que decepcionó al grupo.
"El club entregó unos 3.000 euros cuando los cálculos -las entradas tenían un recargo de unos 2 euros para Proyecto Hombre- marcaban una recaudación de unos 7.000 euros con unas 3.500 personas de público". Y es que según Bordoy, el club descontó gastos fijos como servicio de mopas y bufet VIP, entre otros.
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