Tras la reunión de cardenales del pasado 17 de abril, sólo falta una firma en el acta de martirio, la del Santo Padre Benedicto XVI, para que el sacerdote menorquín Joan Huguet Cardona inicie su ascenso definitivo a los altares.
Si los acontecimientos siguen el rumbo esperado, la rúbrica del Papa llegará en cuestión de semanas. Por eso, desde la Conferencia Episcopal Española dan por hecho que el nombre de Joan Huguet figurará finalmente en la nómina de mártires de la fe durante la persecución religiosa en la España de los años 30 que serán beatificados en octubre de 2013, en un lugar aún por determinar del territorio nacional, en el marco de una nueva gran ceremonia que se hará coincidir en el tiempo con el Año de la Fe.
Pero existen otros elementos que harán especial la celebración para los cientos de devotos menorquines del joven y valiente sacerdote asesinado en julio de 1936 por el brigadier Pedro Marqués de dos tiros en la sien. La casualidad, para algunos, la escritura recta de renglones torcidos de la Providencia, para los más creyentes, habrán obrado el prodigio de convertir al primero de los hijos de Francisco Huguet Villalonga y Eulalia Cardona Triay, familia de payeses de muy hondas raíces cristianas, en mártir de la Iglesia Católica en el que hubiera sido su 100 cumpleaños.
Si la mano del Santo Padre sigue las líneas de un guión que bien pudo ser escrito en el cielo, Joan Huguet habrá alcanzado la condición de beato un siglo después de su nacimiento en Alaior, el 28 de enero de 1913, en el lloc de Son Sanxo.
La ceremonia de beatificación es una de las acciones más esperadas del nuevo Plan Pastoral de la CEE, el octavo en la historia de la institución permanente que agrupa a los obispos españoles. Su coincidencia con el Año de la Fe, anunciado por Benedicto XVI, y que comenzará el próximo 11 de octubre, no es casual.
El obispo de Menorca, Salvador Giménez, explica que "el Año de la Fe convocado por el Papa arrancará en octubre próximo y acabará el día de Cristo Rey de noviembre de 2013. La Conferencia Episcopal ha querido aprovechar este hecho para anunciar una beatificación numerosa y se ha pensado que el mes de octubre del año que viene puede ser una fecha oportuna. En Menorca, tenemos la suerte de tener un mártir que ha superado todos los trámites. Sólo falta que el Papa firme el acta de martirio, después que hace unos días se reuniera la comisión de cardenales. Esperamos con mucha alegría que este hecho se produzca y que Joan Huguet sea incluido en la beatificación numerosa del próximo año. Confiemos que este paso pueda darse en las próximas semanas".
El obispo confiesa que "uno de los hechos que más me han impresionado, siendo ya obispo de Menorca, es la gran cantidad de personas de fuera de la Isla que, al leer algunas declaraciones del Padre Huguet, se han entusiasmado con su vida y con su muerte. Estas personas no conocen Ferreries, que es donde murió, ni Menorca, de donde fue presbítero".
Salvador Giménez recuerda que el propio cardenal Ángel Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos de la Santa Sede, puso el caso de Huguet como ejemplo de martirio ante un grupo de sacerdotes aragoneses reunidos en la basílica del Pilar. El arzobispo de Aragón y ex administrador apostólico de Menorca, Salvador Ureña, asistió a la plática de Amato asintiendo con la cabeza, en señal de aprobación.
Para el vicepostulador de la causa, el sacerdote y doctor en Historia de la Iglesia por la Universidad Gregoriana de Roma, Guillem Pons Pons –el hombre que retomó en 1998 el proceso de beatificación de Huguet iniciado en 1953- la próxima beatificación del sacerdote, aunque todavía no es oficial, supone "una gran noticia.
El ritmo que se ha seguido ha sido lento, por la gran cantidad de mártires españoles, pero parece que al fin le ha tocado a él. El caso de Joan Huguet es único y muy significativo. Los dos últimos pasos que se han dado dentro del último año han sido la reunión de teólogos y la de cardenales.
El expediente de Joan Huguet impresionó mucho a los miembros de esta comisión porque vinieron en él un caso de martirio muy singular por tratarse de un sacerdote joven y con una espiritualidad martirial que vivió de una manera especial".
Martínez Camino: "Hay biografías de cine, como la del joven Huguet"
Al término de la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, el secretario general, monseñor Martínez Camino, aludió al testimonio del joven sacerdote menorquín Joan Huguet, uno de los cientos de mártires españoles del siglo XX que dieron, con su ejemplo, un testimonio de fe inquebrantable.
Al final de la asamblea de la CEE, celebrada del 23 al 27 de abril, el obispo jesuita de Siero se refirió, a preguntas de los periodistas, a los testigos de la fe que dieron su vida por Cristo, en estos términos: "Una buena película sobre los miles de mártires del siglo XX en España, o sobre un caso concreto, sería un gran éxito. Las biografías de algunos de ellos son de cine, como la de uno de los sacerdotes mártires que serán beatificados en este próximo grupo, el joven sacerdote de Menorca, Huguet, que acababa de ser ordenado tres meses antes del 18 de julio. Su historia es impresionante".
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