La élite de la medicina deportiva en España y que conforma el Grupo de Trabajo Avilés -un organismo integrado en el Consejo Superior de Deportes (CSD)- está en Menorca participando en las V Jornadas Deporte y Salud 2012 en el hotel Audax de Cala Galdana.
El encuentro cuenta con el subdirector general de Deportes y Salud del CSD, José Luís Terreros, el director del Centro de Medicina del Deporte, Fernando Gutiérrez, los responsables de Medicina del Deporte de cada autonomía, directores médicos de los centros de Alto Rendimiento y Tecnificación Deportiva, así como especialistas que ejercen en entidades locales.
Para estas jornadas se han preparado una serie de ponencias. Las dos primeras fueron a cargo del catedrático de economía en la Universitat Pompeu Fabra y consejero del Banco de España, Guillem López Casasnovas, y el ex director general (2008-2011) de Salud Pública y Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad Ildefonso Hernández Aguado (Maó, 1956), cuya intervención versó sobre "El ejercicio físico en las políticas de salud pública en España".
¿Hasta qué punto es beneficioso practicar deporte?
En los últimos dos decenios se ha acumulado un conocimiento suficiente para saber que al mínimo grado de ejercicio físico ya mejoran las perspectivas de salud. Los datos son espectaculares. Solo con caminar de 90 a 150 minutos por semana disminuye un 30 por ciento el riesgo de muerte. Pero es que además sirve para prevenir enfermedades como el cáncer de colon, el cáncer de mama, la diabetes u otras muchas. Y para las personas mayores es espectacular la capacidad que tiene para mantenerlas activas, con más capacidad funcional, disminuir el riesgo de caídas y ayudarlas a tener mayor calidad de vida. Por tanto, desde el punto de vista político, la actividad física ha de ser una de las prioridades.
En su ponencia decía que con la crisis ha empeorado la alimentación, que hay más comida rápida, y que ahora, ejerciendo la función socializadora en un acto como ir a cenar, se eligen más establecimientos "fast food" que restaurantes.
La alimentación es una cuestión clave, pero aun así sigue habiendo una abanico de alimentos saludables y baratos, tipo legumbres, algunas frutas de temporada y verduras, y carnes como el pollo que, en conjunto, bien elegidos ayudan a mantener una dieta saludable sin necesidad de gastar mucho. Hay varias formas de socializar. Hay veces que gastamos demasiado en algunas tecnologías, incluso triplicamos el gasto solo por mejorar un aparato audiovisual, pero no somos capaces de gastarlo en ir a unas clases de baile que permiten no solo hacer ejercicio sino también crear una red social que dé bienestar y felicidad.
Porque hacer ejercicio es fácil...
Hay que poner imaginación para usar las cosas con eficiencia. Si uno calcula lo que le cuestan, en gasolina, algunos desplazamientos, igual verá que puede ir a pie o en bicicleta. Ahora hay quien va a trabajar caminando e igual tarda 40 o 50 minutos. Pero eso le va bien para dos cosas, para el ahorro económico y la contribución con el cambio climático, y el beneficio para la salud.
También se ha referido a que el urbanismo moderno no ayuda a fomentar esa actividad física.
El urbanismo, muchas veces, no se ha pensado teniendo en cuenta algunas cuestiones básicas, como facilitar la movilidad de las personas, que mejoraría mucho la salud del conjunto de la población. Cuando se planifica una ciudad también hay que pensar que las personas mayores también tienen que caminar, y que necesitan que haya menos barreras arquitectónicas de las que hay, porque es importante que cuando se desplacen, tengan caminos seguros y con menores obstáculos. Todas estas cuestiones, si no se hacen rutinariamente, no se tienen en cuenta cuando se hace el diseño urbanístico. Por eso cuando se encarguen proyectos urbanísticos, el responsable de la área de salud o temas sociales debería revisarlo para cambiar todo lo que no asegure el bienestar.
Y usted que ha estado en el ministerio, ¿cómo cree que se consigue que un gobierno focalice su atención en la promoción de la actividad física?
El Gobierno tiene que hacer un esfuerzo en las cuestiones que cuestan poco y que tienen mucho rendimiento. Las prioridades de Salud Pública son importantes porque hemos de conseguir alejar a las personas de los servicios sanitarios. Y no digo que haya que impedir que vayan, sino que gocen de salud y no necesiten ir. Tenemos que cortar el flujo de entrada y eso se consigue haciendo que la gente tenga más salud, menos cáncer, menos diabetes, menos obesidad y menos enfermedades cardiovasculares. Se consigue de distintas formas, y una de ellas es aumentando la actividad física. Por eso, entre las prioridades debería estar la de promover la actividad física, con una buena coordinación de todas las actividades del Gobierno con las comunidades autónomas y, sobre todo, con los gobiernos locales, con pequeñas aportaciones y poniendo la inteligencia suficiente, para facilitar y fomentar la actividad física.
Mejorar la salud supone mayor gasto en pensiones. Algunos lo ven insostenible.
Sí, pero yo entiendo que la razón principal de la prevención es un motivo humano, ético y moral. Es mejor estar bien que estar mal. ¿Que después hay que arreglar e idear, como sociedad, cómo nos organizamos por el hecho de tener a personas activas a determinada edad? Pues ya veremos cómo lo arreglamos. En la historia, en el siglo XX, ha habido problemas mucho más graves que el de que la esperanza de vida pase de 84 a 86 años. Es cierto que económicamente hay que prever, calcular el coste, claro que sí, pero no es un problema que no se pueda resolver con inteligencia.
¿Qué de bueno tiene Menorca para el fomento de la actividad física?
Menorca ha dado pasos que son importantes para fomentarla. El hecho de recuperar el Camí de Cavalls, que haya trayectos para ir en bicicleta, es importante. Pero hay otros elementos en el diseño urbanístico que hacen que disminuya la actividad física, por ejemplo, las ubicaciones de algunos centros escolares, de centros públicos. Esto hace que se creen unas menores redes sociales en el uso de las ciudades. Es el caso de Maó, donde la gente, para ir a comprar, muchas veces tiene que desplazarse hasta el polígono, y hace que el entramado urbanístico no sea el más adecuado para la actividad física. Sin embargo, la Isla, tal como está y con pocas ayudas más, puede vender la marca "Menorca salud", para un turismo no solo de descanso y playa, sino también para la actividad física. Es importante porque en el futuro, muchas personas van a demandar que allí adonde vayan tengan capacidad, posibilidades y recursos para hacer actividades físicas de todo tipo. Va a ser una exigencia de cualquier grupo turístico en el futuro y hay que estar preparado. Yo creo que Menorca ha hecho un trabajo que debe desarrollarse.
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