Son Parc. La urbanización de Es Mercadal se ampliará con dos hoteles y 60 chalets - Archivo

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Aunque sea de manera simbólica, el grupo andaluz PRASA espera poder colocar antes del verano la primera piedra de la ampliación de la urbanización de Son Parc. Una actuación largamente pretendida y retrasada en diferentes ocasiones, que será una realidad en pocas semanas. El portavoz de la sociedad andaluza, Manuel Campanero, asegura que en pocos días, la Comisión Balear de Medio Ambiente debe informar favorablemente el proyecto, y en ese momento se habrá acabado la tramitación administrativa y podrá empezar la ejecución de un proyecto que supondrá una inversión que rondará los 30 millones de euros.

Campanero prevé iniciar las obras de manera definitiva en octubre, una vez finalizada la temporada turística y, con ella, la restricción para la construcción. La primera fase de la actuación consistirá en la urbanización de la zona en que debe levantarse el llamado "resort vacacional", 60 chalets unifamiliares con vistas al campo de golf construidos cada uno de ellos sobre una parcela mínima de 600 metros cuadrados. Esta urbanización supondrá un desembolso de unos 6 millones de euros, e incluye también una ampliación de la actual estación depuradora de los promotores en vistas a que la estación de Addaia con toda seguridad no estará ejecutada antes de que acabe la urbanización.

Posteriormente a estas obras, PRASA tiene previsto empezar a construir el primero de los dos hoteles que tiene planificados para la urbanización. Éste se ubicaría en pleno campo de golf, y contaría con 347 plazas. No obstante, la construcción de este hotel depende de que PRASA consiga un acuerdo con alguna empresa que quiera gestionar el hotel una vez esté acabado. "Nosotros no somos hoteleros", asegura Campanero. En este sentido, el apoderado del grupo empresarial avanza que existen ya contactos con diversos grupos, entre ellos alguno de la Isla, con lo que PRASA espera poder cerrar un acuerdo y así iniciar la construcción del hotel. La inversión estimada, de unos 25 millones de euros, no sería problema en este caso, puesto que, según explica Campanero, "el turismo es una de las pocas actividades que, a día de hoy, puede resultar viable, y por eso existe financiación".