Visita. Los asistentes visitaron zonas de La Mola como la Torre de Cala Taulera, el polvorín o dos aljibes, entre otros espacios. - Gemma Andreu

TW
0

Las Jornadas de Arquitectura y Urbanismo de La Mola llegaron ayer a su fin con una visita a la fortaleza, en la que se recorrieron varios lugares inaccesibles para el público y se ofrecieron explicaciones de los profesionales que trabajaron en la rehabilitación de estos espacios.

Según el arquitecto Joan Gomila, este año el evento ha contado con mayor asistencia. Concretamente, se apuntaron 68 personas. "El objetivo que teníamos de abrir las jornadas al resto de los ciudadanos se ha cumplido. Buena parte de los asistentes no tenían nada que ver con la profesión", dice Gomila.

Y es que el tema de este año, el cambio de modelo energético, llama la atención de los ciudadanos no solo por ser una cuestión de actualidad, si no porque, según Gomila, cada vez hay más concienciación acerca de esta materia. "El filósofo Jordi Pigem cerró el día de las ponencias, que fue el sábado, precisamente apuntando eso, que el cambio no se producirá hasta que no se ponga al hombre en el centro de todo, y no a la economía", explica el arquitecto.

Durante este fin de semana, los participantes pudieron escuchar exposiciones muy diversas en las que se informaba, por ejemplo, de los nuevos materiales con los que se está experimentando. Es el caso de la lana o la paja. "En Menorca la lana se tira y es un buen material aislante. Existen empresas que se dedican a darle ese uso. Lo ideal es que la arquitectura utilice las técnicas actuales pero con los materiales del lugar. Desde aprovechar las cisternas, buscar otros métodos de aislamiento... Construir de una manera diferente y que ha sido sostenible durante muchos años".

Con cada vez menos petróleo y otros materiales fósiles agotándose, no hay más remedio que buscar nuevas fórmulas. "Hay que tener los criterios claros y aplicarlos. Incluso con menos presupuesto, se puede echar mano a mayor imaginación. No es caro hacerse una casa sostenible", apunta Gomila.

Por otro lado y hablando sobre la actual situación de La Mola, el arquitecto explica que el Plan Especial que permitiría abrir el camino a rehabilitaciones y otros usos en el recinto no se ha sacado adelante. "En las jornadas del año pasado, organizamos una mesa redonda con autoridades un poco como protesta porque no se avanzaba en este tema.

Este año hemos visto que no se ha avanzado en nada. Es una cuestión de voluntad política. Necesitamos un documento urbanístico, que no es tan caro, para poder construir. Sin él no podemos rehabilitar", comenta Gomila, quien añade que en la visita de ayer a La Mola vieron el estado en el que están la explanada, la cárcel o los pabellones. "Un gran patrimonio que se viene abajo", concluye.