"La salud no es solo física, sino también afectiva, social, ética y espiritual"

Hoy se habla de nueva evangelización, ¿por qué?
Para no olvidar dos realidades tan sencillas como éstas: por un lado, que la Iglesia no es para ella misma sino para anunciar y compartir la buena noticia de Jesucristo y, por otro lado, para recordarnos que el cristianismo y la Iglesia siguen siendo actuales y realidades vivas para los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

¿Qué es la nueva evangelización?
Comienzo diciendo lo que no es: no es un reinventar el Evangelio o enseñar algo nuevo; no es criticar lo que se ha hecho hasta ahora como si no hubiera servido para nada; no es anular la pastoral ordinaria que se hace en las comunidades cristianas o la evangelización en tierras de misión donde nunca se ha anunciado a Jesucristo. Sí es un examen para ver dónde no hemos llegado en nuestras viejas iglesias y por qué; y para acercarnos con nuevo ardor y nuevos lenguajes a los que un día se bautizaron y hoy no son practicantes o viven como si Dios no existiera.

El Papa ha convocado un sínodo sobre la nueva evangelización, ¿con qué motivo?
Sencillamente para que la Iglesia, en los cinco continentes donde está presente, camine en la misma dirección pastoral, con la misma brújula y se compartan experiencias de nuevos evangelizadores tanto de personas como de comunidades. Es como un nuevo dinamismo misionero o un nuevo Pentecostés.

El documento de estudio para este sínodo, ¿qué aspectos esenciales tiene?
Como se puede leer, está dividió en tres grandes apartados. En la primera se nos subraya y justifica la necesidad de una nueva evangelización; en la segunda, se afirma que evangelizar es, ante todo, anunciar lo mejor que tenemos en la Iglesia: a Jesucristo; y, en la tercera, se nos indica cómo introducir o iniciar de nuevo a los más alejados. De todo el documento destacaría tres iniciativas o métodos pastorales: una verdadera iniciación cristiana, el diálogo o conversaciones en el atrio de los gentiles, y la emergencia educativa o educar en ecología moral y en la defensa de la vida en todas sus formas.

¿Sabe usted de iniciativas que se hayan llevado a término en alguna diócesis sobre este tema?
Se están llevando a cabo, de diversa manera y según las posibilidades, las tres iniciativas de las que acabo de hablar anteriormente. Lo más importante: se está sensibilizando en todas las comunidades. En mi pequeña diócesis hemos creado el Departamento de Evangelización y nuevas tecnologías. Porque el hombre de hoy es tecno-videns; estamos en la época de lo visual.

¿Qué se deberá tener en cuenta a la hora de plantear iniciativas sobre la nueva evangelización?
Ante todo, que hay que responder a las preguntas e inquietudes del hombre y mujer de hoy. Para ello, conocer su nueva cultura, hablar su lenguaje, y ser testigos coherentes de lo que predicamos. Por eso el Papa nos invita a tres cosas: que el anuncio vaya unido a la oración; y que no esperemos grandes "éxitos", porque "Éxito" no es el nombre de Dios. Nos toca sembrar. Los frutos, si los hay, nunca son nuestros sino de Él.

¿Cómo se puede hablar de Dios en una sociedad que no lo necesita?
Precisamente redescubriendo la necesidad que todos llevamos dentro de Verdad, de Belleza, y de Amor. Para ello son necesarios verdaderos testigos y comunidades de referencia de vida cristiana como familias, parroquias, movimientos, asociaciones....

En el mundo del enfermo, ¿cómo se puede buscar hoy la sanación?
Creyendo de verdad que la salud no es sólo la física, sino también afectiva, social, ética y espiritual. Somos como una cebolla que alimentan un solo tronco. Todas las capas o dimensiones de la cebolla son necesarias y deben crecer. Si comenzamos a quitar capas, nos quedamos sin cebolla y llorando.