"La única opción, el consumo exterior: exportar y turismo"

El economista discrepa de la modificación del PTI y del conflicto por la lengua "porque cruzan líneas rojas que impiden un consenso social imprescindible"

Josep Bagur TorresAlaior03/04/12 0:00

Guillem López Casasnovas, profesor de la 'Pompeu Fabra' y consejero del Banco de España, es el analista económico mejor y más próximo que tenemos en la Isla. Quizás lo demuestra que la sala del Ayuntamiento de Alaior que ayer acogió su conferencia se quedó pequeña. El público quería una respuesta a la pregunta que le puso título: "¿Es la austeridad la solución para la reactivación económica?".

No lo es, afirmó Guillem López. Pero matizó: España debe ser austera, pero quienes no lo han de ser son Alemania y los otros países que están en crecimiento. La austeridad interna se impone, porque no hay posibilidades de inversión pública y el consumo se encuentra en "encefalograma plano". Sobre la parálisis de la inversión debido al déficit público "escandaloso" ofreció un dato "fresco" de marzo: el coste financiero de la deuda, que se sitúa alrededor del 70 por ciento del PIB, supera la cifra que representa todo el gasto de personal de la administración. Advierte del error que se ha cometido de incrementar la deuda para gasto corriente para "médicos, maestros y policías".

Ante este panorama, el economista de Ciutadella solo ve una apuesta posible, el consumo exterior. Eso significa potenciar la exportación y el turismo, "que no deja de ser una forma de exportar".

Una de las preocupaciones locales de Guillem López se refiere al exceso de oferta, "que ahora nos obliga a una limpieza". Se refiere a la proliferación de bares, tiendas, casi todas iguales y destinadas al turismo. "Este exceso de oferta, por suerte, no ha sido acompañado de un exceso de demanda, que algunos quisieran".

Valora el trabajo del Cercle d'Economia de Menorca y cree que es imprescindible el consenso social, la idea de trabajar juntos para salir de la crisis. Por este motivo discrepa de la modificación del PTI, que impulsa el Consell, y de la polémica por la lengua, porque "cruza líneas rojas, impidiendo el consenso social y eso es un grave error".