Pleno. La sesión se celebró de modo extraordinario al mediodía - Cris

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La oposición en el Ayuntamiento de Ciutadella tumbó ayer el plan de ajuste presentado por el gobierno del Partido Popular con el que pretendía cumplir la exigencia del Gobierno central y así poder pagar las facturas pendientes a los proveedores.

En principio, el Gobierno central vinculaba el pago de las facturas a la aprobación de este plan de ajuste, lo que hacía pensar que Ciutadella podía perder los 5,3 millones de euros que pidió a Madrid en este sentido. Finalmente, según explica el alcalde José María de Sintas, todo apunta a que los proveedores sí cobrarán, y el Estado recuperará el dinero que avanzan los bancos reduciendo su aportación al Ayuntamiento durante los próximos años.

La clave para que el plan de ajuste presentado por el PP no se aprobara fue el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Este tributo será un 10 por ciento más caro este año y el siguiente debido a la imposición del Gobierno central. A partir de 2014, en teoría el impuesto podía volver a su estado original, pero el equipo de gobierno pretendía mantenerlo un 10 por ciento más elevado también durante 2014 y 2015, siempre que durante estos dos años no se consiguiera aumentar los ingresos del Ayuntamiento.

Esta decisión provocó el rechazo unánime de PSOE, PSM y UPCM, quienes se quejaron también de poca voluntad de consenso por parte del PP. Los tres partidos, que suman once votos en el pleno, rechazaron el plan, con lo que éste no se aprobó, provocando la sorpresa en el equipo de gobierno, que esperaba, confesó el alcalde, alguna abstención.

La portavoz del PSOE, Pilar Carbonero, criticó que el equipo de gobierno se adhiriera a la iniciativa del Gobierno central sin saber el interés que debería pagar por el dinero que recibiría para los proveedores. Sobre el IBI, lamentó que "los ciudadanos acaban pagando los platos rotos que no han roto ellos".

Por su parte, la portavoz del PSM, Joana Gomila, denunció que "los Ayuntamientos estamos haciendo de bancos a las administraciones, ayudamos a sanear unos bancos que hacen negocio a costa nuestra, y al final nos hundimos nosotros".

Joan Triay, portavoz de UPCM, aseguró estar de acuerdo con algunas propuestas del plan, pero añadió que "la subida del IBI es inaceptable para nosotros porque lo es para muchos ciudadanos, y no seremos cómplices de medidas como ésta". Triay, al igual que el resto de la oposición, lamentó que la propuesta final de plan de ajuste se recibiera ayer 50 minutos antes del pleno.

Con la decisión del pleno de ayer, todo apunta a que el Estado adelantará el dinero para los proveedores, pero que lo recuperará reduciendo en unos 500.000 euros la cantidad que cada año aporta al Ayuntamiento en concepto de participación en los impuestos.

"Quizás es la hora de plantear una cuestión de confianza"

El alcalde de Ciutadella, José María de Sintas, explicaba que la decisión del pleno "provocará un colapso bestial en la tesorería durante los próximos dos años".

De Sintas asegura que con el plan de ajuste podían plantear dos años sin pagar intereses, y ahora esto no será posible, con lo que durante los próximos dos años "se sumará la amortización de créditos con la menor aportación del Estado".

El alcalde admite que "no estoy nada satisfecho al tener que plantear una subida del IBI, pero que me expliquen de dónde sacamos el dinero. Es verdad que había prometido no subir impuestos, pero a mí no me habían explicado la situación económica que nos encontraríamos. Además, trabajaríamos al máximo para obtener más ingresos y poder reducir la subida, que tampoco no es tan elevada si se mira a nivel particular".

Tras el rechazo de su plan, De Sintas aseguró que "quizás es la hora de poner encima de la mesa una cuestión de confianza, porque hoy (por ayer) han cambiado algunas cosas".