A las doce del mediodía, la Plaça des les Palmeres estaba ya repleta de gente dispuesta a exteriorizar su rechazo a la reforma laboral impulsada por el Gobierno central.
El acto, organizado por la CGT pero abierto a personas de todas las afiliaciones, era la representación más visible de la celebración de la huelga en Ciutadella, que apenas se notó en la actividad comercial y en las calles de la ciudad hasta que la manifestación inició su recorrido.
La protesta comenzó con unas 500 personas, pero a medida que fue recorriendo la Contramurada, la Plaça des Pins, el Born y finalmente la Plaça de la Catedral, fue sumando gente hasta llegar a 800 personas, una cifra más que notable si se tiene en cuenta la hora de la manifestación, las doce del mediodía, y también que la anterior marcha, la del 29 de febrero, reunió a 600 personas a una hora en que teóricamente la gente tiene más disponibilidad para salir a la calle.
La marcha estaba encabezada por una pancarta en la que se podía leer "Derogación Reforma Laboral", si bien durante la manifestación, que se prolongó durante aproximadamente una hora, se oyeron gritos en contra de los recortes sociales aplicados por los Ejecutivos del Partido Popular. Entre los participantes, gente de muy diversa procedencia, aunque destacaba la presencia de docentes.
Los manifestantes coincidieron con varias terrazas en las que algunos ciudadanos tomaban un refresco. Entonces se oyeron las ya típicas proclamas de "No nos mires, únete", o "A ti que estás mirando, también te están robando". La manifestación transcurrió con total normalidad y sin ningún incidente hasta la Plaça de la Catedral, donde finalmente la protesta se disolvió.
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