Cala Figuera. CLH pretende vender de forma "inminente" la parcela de 7.000 metros cuadrados - Gemma Andreu

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Los vecinos de Cala Figuera ven con inquietud las últimas noticias aparecidas en los medios de comunicación sobre esta zona del puerto de Maó. La posibilidad de que en la parcela de 7.000 metros cuadrados que dejará libre CLH se levante un hotel ha sido acogida con sorpresa. Mientras que la decisión del Ayuntamiento de habilitar en ese misma lugar un aparcamiento provisional, se contempla con cierta incertidumbre. "Si es para evitar que la zona se deteriore, no lo entiendo, porque ya está bastante deteriorada", apunta uno de los residentes.

Igualmente, se preguntan si esta zona es el sitio más indicado para albergar un aparcamiento, si la capacidad de los viales y los giros de los vehículos es la adecuada y si no se generarán más problemas que beneficios. En este punto alertan de que la zona carece de aceras y un parking, además de vehículos, genera peatones y también advierten de que la iluminación del vial que comunica Cala Figuera con el Moll de Llevant es escasa. Los residentes no se muestran contrarios al parking, pero desearían tener más información al respecto, especialmente si la provisionalidad con la que nacerá se convertirá en definitivo, dada la parsimonia, aseguran, con la que se ejecutan nuevos proyectos en la rada.

Alternativas
Los residentes también se cuestionan por las alternativas que Autoridad Portuaria de Balears (APB) plantea para Cala Figuera. Sobre la mesa se manejan varios proyectos, como la construcción de un puerto deportivo, el desarrollo de una marina seca, un paseo marítimo con zonas de ocio, comercios y restaurantes.

Lo que más les inquieta es que APB sigue comprando terrenos en la zona y el Plan de Utilización de Espacios Portuarios del Puerto aprobado en 2006, contempla la adquisición de 13 parcelas. En enero, el Consejo de Administración de APB aprobó la adquisición de una parcela en la que existe una edificación en estado ruinoso. En aquella votación la alcaldesa de Maó y representante del Consell, Águeda Reynés, quiso que constara en acta que esa adquisición no se vinculara al proyecto expropiatorio de esas 13 parcelas. Y es que aunque en su día el ente gestor se comprometió a no expropiar las viviendas de la zona, los recientes anuncios ponen en evidencia que algunos las alternativas que se barajan pueden conllevar la posible expropiación de viviendas o la reducción de la lámina de agua.