De excursión con el paraguas

"La ruta planteada está muy bien pero el aguacero que ha caído ha deslucido la actividad, una lástima". Así se postulaba el turista Miquel Gomis, unas declaraciones que se repetían una y otra vez entre el colectivo.

La primera estación incluyó Recinto Ferial, Centre Artesanal, exposición de bicicletas y muestra de radios antiguas. Posteriormente, en grupos de una treintena de personas pudieron conocer la herrería, el molino, el aljibe y la iglesia para finalizar echando un vistazo al mercado que, aunque arrancó con todos los expositores, la lluvia acabó dejando el Carrer Nou con unos pocos valientes que aguantaron la hazaña.

Mientras paseaban calle arriba calle abajo, Montserrat y Maria Àngela, dos gemelas catalanas, destacaron de la visita la herrería así como los gramófonos que fueron recibidos por la mayoría con exclamaciones y cientos de flashes. "Ambas visitas nos recuerdan a nuestra infancia", puntualizaban. Miquel Gomis, de Sabadell, observaba la porción de queso adquirida y comentaba estar sorprendido de lo limpio que luce el pueblo alabando a su vez la iniciativa municipal de salvaguardar los oficios tradicionales.

Otros turistas se mostraron más críticos con la organización del evento puesto que "los guías que nos acompañaron hasta el municipio brillaron por su ausencia, hemos hecho la visita solos y el mercado es pobre, supongo que por la lluvia que ha caído", comentaba el madrileño Luis Miguel González mientras masticaba una porción de queso. "Se ha acumulado demasiado personal en poco espacio", añadía Fernando López, también de Madrid, "pero la visita nos ha encantado", concluía.

Es Mercadal se llenó ayer así de un ambiente poco común pero que los comerciantes seguro agradecieron y los 226 turistas españoles también, al llevarse una porción de Isla en su bolsillo.