Oficinas del SOIB. A diario, el personal atiende a numerosas personas que buscan empleo - Paco Sturla

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La temporalidad de la actividad turística hizo que la parte central de 2011 dibujara unas cifras de crecimiento económico que, en algunos sectores, rememoraban la época anterior al estallido de la crisis. No obstante, el crudo invierno ha supuesto un jarro de agua fría. Según el Centre de Reserca Econòmica (CRE), "la economía balear se ha mostrado en las postrimerías del ejercicio incapaz de mantener el pulso".

Este flojo final de 2011 confirma, según el informe de coyuntura del CRE, "el marcado carácter temporal de las fuerzas sobre las cuales se apoya la lenta y difícil recuperación en curso y deja entrever una corrección de más largo alcanza que se extenderá en los próximos meses". La conclusión es que "la duda rodea 2012, un año en el que la economía deberá afrontar problemas notables, mientras que las expectativas anticipan un nuevo episodio de recesivo". Es decir, Balears regresará a las cifras negativas de crecimiento económico que había dejado atrás durante 2011.

El director del CRE, Antoni Riera, explicó ayer en Palma que se entraría en recesión ya en el primer trimestre de 2012, ejercicio para que el ahora mismo se maneja una previsión de crecimiento económico negativo que oscila entre las tres y las seis décimas porcentuales. La tasa de crecimiento de 2011 se queda en el 0,3 por ciento, pasando de negativo (-0,9 por cien en 2010) a positivo pero por debajo de las expectativas sobre todo por el tímido crecimiento del último trimestre (0,2), medio punto por debajo del anterior.

Menorca, peor

El CRE titula el apartado de su informe dedicado al desglose por islas "Menorca acusa sobre manera la recaída". La razón, que "el retroceso evidenciado por la mayoría de indicadores de actividad se ha dejado sentir con más intensidad en Menorca, hecho que ha alejado esta isla de la estela de Mallorca y la ha situado a la cola del ranking regional". Que por cierto sigue liderado por Eivissa y Formentera.

A modo de ejemplo, se ha detectado una especial reducción de las empresas de alta en la Seguridad Social (menos 5,3 por ciento) o la persistencia en el descenso de los proyectos visados en el Colegio Oficial de Arquitectos. La debilidad del consumo interior se ha evidenciado en el descenso de coches matriculados, todas estas cifras con peor comportamiento que el resto de Balears. La llegada de mercancías por mar también ha sufrido un descenso más acusado en Menorca que en el resto de las islas.

Con todo, "la mayor desaceleración de las constantes de la economía menorquina se ha hecho especialmente palpable desde la vertiente externa de la demanda". El CRE se refiere con esta afirmación al peor comportamiento en el último trimestre del año de los indicadores que hacen referencia a la actividad turística, como las llegadas al Aeropuerto de Menorca.

Expectativas

Antoni Riera apuntó ayer en la presentación de los resultados del estudio que las exigencias de reducción de déficit público anticipan un incremento de los recortes, "tendrán que ser el triple", ya que si no se relajan las exigencias del Gobierno con la comunidad balear (de establecerse en el 1,3 por ciento) las medidas actuales serán "insuficientes". Riera indicó que será necesario incidir en la racionalización del gasto y trabajar para subsanar unas de las lacras de Balears, que es el nivel de productividad.