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Caritas ha perdido algo más de 65.000 euros por administrar el piso de acogida para mujeres maltratadas de Maó, cuyo funcionamiento y personal siempre han dependido directamente del Consell. Ese dinero corresponde a los ejercicios de 2009, 2010 y 2011, que se cerraron con un déficit de 9.132, 16.302 y 7.237 euros, respectivamente, y a la indemnización por despido de la psicóloga y la trabajadora social, con un coste de 32.499 euros. La causa del despido es que la asociación Mestral, que depende de Caritas, renunció a final del año pasado al convenio que mantenía con el Consell desde hacía doce años. La entidad diocesana "ha hecho un favor" al Consell durante todo este tiempo. Accedió al convenio porque el Consell no podía contratar al personal por cuestiones técnicas y Caritas actuó como una entidad de contratación. Los profesionales siempre han recibido directrices de la Conselleria de Bienestar Social.

Ante el déficit acumulado, Caritas se ha dirigido al Consell para intentar encontrar una solución. La consellera Aurora Herráiz asegura que "se va a hacer un esfuerzo para ver cómo se puede solucionar, porque se trata de una entidad tan sensible como Caritas, pero no va a ser fácil".

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