El café espera en el bar, un sorbo de líquido caliente que, sin duda, necesita acompañarse del aroma que desprende el papel de periódico y de las noticias más actuales de la jornada. La bebida llega, la prensa local también. Pero los espacios destinados a las cabeceras nacionales e internacionales están vacíos. Nadie los lee. Nadie los hojea. Nadie los pasea. Ni en la cafetería, ni tampoco en las gasolineras, ni en las tiendas del aeropuerto. En ningún lugar.
La jornada dominical transcurrió ayer en Menorca sin la presencia de unas 20 cabeceras y con unos pares de miles de ejemplares menos. Y aunque ayer Menorca recuperó la normalidad, la situación meteorológica que azotó aun Palma tuvo sus repercusiones en la menor. El avión de carga de la compañía Swiftair que transporta la prensa hasta Menorca y que, normalmente recala en la Isla por allá a las 7.30 horas, salió de Barcelona en dirección Palma entorno a las 4 de la madrugada y regresó al aeropuerto de origen por fenómenos adversos en el aeropuerto mallorquín. Cuando finalmente pudo salir y aterrizar en Palma, y con el avión cargado para trasladarse hasta Menorca, se saltó la escala que tenía, por causas que se desconocen, para viajar hasta Eivissa.
A pesar de este hecho, y en lo que se refiere a la operatividad del Aeropuerto, fuentes de AENA indican que el aeródromo menorquín trabajó con normalidad sin que el tiempo tuviera consecuencias en las pistas isleñas. El aeródromo tenía activado el plan de invierno y tras medir los índices de rozamiento que informan del estado de la pista para una óptima operatividad, no fue necesaria la activación del protocolo de deshielo.
Aun así, los vuelos procedentes de Palma aterrizaron en la Isla con retrasos de entorno a una hora y quince minutos, aproximadamente, provocados por la existencia de placas de hielo en Son Sant Joan. Es el caso del vuelo que debía aterrizar a las 10.40 horas y que lo hizo a las 12.05 horas o el que debía salir de Palma a las 14.30 horas y que despegó de la ciudad mallorquina a las 15.45 horas. Se registraron en Menorca durante toda la jornada de ayer un total de 30 movimientos.
Por lo que respecta al transporte marítimo, las navieras Iscomar y Baleària retomaron la operatividad ayer por la tarde con las salidas desde Alcúdia en dirección a Ciutadella previstas para las 16 y 16.30 horas respectivamente. En transporte terrestre, la jornada de ayer transcurrió sin afectación y la circulación por la carretera de El Toro, que el sábado estuvo cerrada al tráfico, no requirió de ninguna actuación. Es más, fueron muchos los isleños que decidieron subir a la montaña para inmortalizar estampas que podrían no repetirse hasta dentro de un tiempo.
Y es que, hasta el mediodía, la nieve que cayó el sábado y durante un par de horas ayer sin llegar a cuajar, podía aun percibirse en varios puntos de la Isla dejando imágenes un tanto diferentes a las del sábado pero no por ello menos idílicas y bellas, algunas incluso con carámbanos de hielo.
La Agencia Estatal de Meteorología informa que ayer la Isla registró un temperatura máxima de siete grados y una mínima que rozó los dos grados centígrados con unas rachas de viento de 61 kilómetros por hora, según la estación del Aeropuerto.
Las predicciones indican para hoy alerta amarilla por fuerte viento con rachas que pueden alcanzar los 80 kilómetros por hora y alerta naranja por fenómenos costeros adversos. Las temperaturas variarán entre los siete y seis grados de máxima y mínimas de un grado positivo. Así es como las próximas jornadas seguirán siendo muy frías para los menorquines, en especial para mañana y miércoles, por lo que las bufandas, los guantes y los gorros seguirán luciéndose en la pasarela de la calle.
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