Des de Silme usted es el encargado de una oferta dirigida a escolares de Maó que trata sobre el uso de redes sociales. ¿En qué consiste?
Bien, en pocas líneas es difícil explicarlo todo, pero haciendo un resumen muy resumido podríamos decir que intento concienciar a los alumnos de los peligros de las redes sociales. Este tipo de charlas o información son muy habituales y la verdad es que siempre se dice lo mismo: es peligroso, no hagas esto y no hagas lo otro. Yo intento transmitir el mismo mensaje pero haciendo que los alumnos descubran por ellos mismos el porqué del peligro, compartiendo vivencias tanto de los mismos alumnos como mías. ¡Incluso a habido casos en que los profesores han compartido sus vivencias! Y la verdad es que de esta forma más cercana el mensaje llega muchísimo mejor.
Uno de los temas que tratan es sobre el peligro de las redes sociales ¿Qué consejos daría a los padres?
La verdad es que el tema redes sociales es un tema que a muchos padres les cae lejos, muy lejos. Después nos encontramos los padres que están extremadamente puestos. ¡Tan puestos que son peores que los hijos! Mi recomendación principal es, por un lado, que los padres se informen de todos los peligros que existen asistiendo a alguna charla o buscando información. Y por otro lado que hablen con los hijos. Es importante saber que hacen, a que le dedican tiempo, donde y con quien. Probablemente muchos padres se sorprenderían.
¿Hay peligros de adicción?
Por desgracia sí, y muchos. La verdad es que herramientas como Facebook y Twitter son muy útiles, sobretodo para no perder la pista a amigos que viajan, para seguir temas de actualidad, etcétera. Pero esto se convierte en una arma de doble filo: muchas personas pasan horas y horas delante de un ordenador simplemente viendo lo que publican otras personas y contando absolutamente toda su vida. De hecho, días que han caído servicios como WhatsApp se ha vivido un autentico pánico entre la población.
¿Cuáles son las principales consultas que le hacen?
La verdad es que no existe una demanda concreta de información. Los alumnos ya están muy puestos en el tema y no piden información concreta. Simplemente yo tengo una idea en la cabeza de a donde quiero llegar e intento que la clase llegue poniendo ejemplos, haciendo que ellos mismos me expliquen y haciendo preguntas para compartir vivencias. De esta forma entre todos vemos los verdaderos peligros de Internet.
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