El Aeroclub de Mahón abrió ayer sus puertas de unas instalaciones que a pesar de que la Isla conocía su existencia no habían sido exhibidas al público antes. La visita a los refugios subterráneos excavados durante la Guerra Civil, última actividad que el aeródromo organizaba con motivo de las fiestas de Sant Antoni, creó expectación. Así fue como la jornada de ayer llegó a congregar a unas 300 personas ansiosas de conocer este lugar.
El refugio se alcanza tras cruzar las pistas del Aeroclub. Estas instalaciones, a unos diez metros de profundidad, incluyen dos grandes salas equipadas con ocho cubículos, uno de ellos sin terminar, cuya superficie total roza los 500 metros cuadrados.
La construcción no llegó a concluirse puesto que la Guerra Civil finalizó antes de culminar las obras. Según indican desde el Aeroclub, estas dependencias subterráneas se construyeron como almacenaje protegido de munición y combustible. Además, probablemente iban a comunicarse con unos hangares subterráneos que tampoco llegaron a finalizarse.
El coronel y director del Museo Militar de Menorca, Francisco Fornals, quien ayer no perdió la ocasión para conocer estos refugios, aportó un mapa de la zona que contempla un gran proyecto de construcción de un campo de aviación para cazas con refugios, polvorines, depósitos de gasolina, talleres subterráneos y hangares.
"Cuando empezaron los bombardeos desde Mallorca, vieron que no era suficiente con las baterías antiaéreas que había, por eso idearon el proyecto", señalaba.
Respecto al tamaño del refugio, "es innecesariamente grande" por lo que, "tal vez la construcción pretendía no sólo servir de almacén para el aeropuerto sino para la población civil", apuntaba. Fornals destacaba a su vez "lo bien hechas que están estas instalaciones" y consideró que los trabajos de limpieza de las dependencias que los socios del Aeroclub han iniciado para posibilitar estas visitas deberían continuar.
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