Escenario. La agresión, en plena madrugada, tuvo lugar en esta zona de Es Migjorn Gran, justo a la entrada de la carretera que enlaza con Maó - Gemma Andreu

TW
0

Un hombre de 47 años y residente en Es Migjorn Gran tuvo que ser intervenido quirúrgicamente ayer por la mañana tras ser agredido por una mujer con un arma blanca aproximadamente a las cuatro de la madrugada.

El suceso tuvo lugar en la Avenida de la Mar de Es Migjorn Gran, en las afueras de un conocido club de alterne. Por la hora en que pasaron los hechos y la ausencia -en principio- de otros testigos y también de efectivos de la Policía Local del municipio (que no patrulla por la noche en el municipio), los hechos son confusos.

Al parecer, tras una pelea entre el agredido y la mujer -los dos trabajadores del club de alterne-, el hombre resultó herido en el abdomen con un arma blanca. A partir de aquí, las cosas ya no están del todo claras. En primera instancia, y ya en el Hospital Mateu Orfila, el agredido, S.B.S., declaró a la Guardia Civil, encargada de la investigación del caso, que las heridas se las había provocado él mismo, en lo que se consideró una autolesión.

Ésta, además, fue la primera versión que ofreció la Dirección Insular de la Administración del Estado. Pero poco después, S.B.S. cambió su declaración y aseguró que las heridas se las había provocado una mujer de 26 años y nacionalidad marroquí. A partir de ese momento, la calificación de los hechos cambió, y la Guardia Civil puso en marcha el dispositivo para detener a la presunta agresora, que a media tarde de ayer ya estaba bajo la custodia de las fuerzas de seguridad.

Resta ahora por determinar cuál es el delito que se le imputa, pero sí se sabe, asegura el director insular Javier Tejero, que por la gravedad de las heridas ocasionadas, se juzgará el tema como un delito y no como una posible falta. Sobre la gravedad de las heridas, desde el Hospital Mateu Orfila aseguran que S.B.S., tras pasar por el quirófano, permanece ingresado en planta y fuera de peligro.

La noticia se extendió por el pueblo, pero con menor velocidad de lo que se podía esperar. Ayer por la tarde, negocios situados cerca del lugar de los hechos desconocían lo sucedido, y se enteraban a través de los periodistas.