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La audiencia preliminar del caso de Mónica Juanatey, la madre que presuntamente ahogó a su hijo de nueve años en la bañera de su domicilio, se celebrará en Maó el próximo día 19, tal y como confirmaron ayer fuentes cercanas a la investigación. Durante la misma, el juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2, Carlos Javier García Díez, decretará la apertura de la fase de juicio oral en el caso de que se hayan realizado todas las pruebas necesarias.

Posteriormente, el expediente será trasladado a la Audiencia Provincial de Palma que, tras designar al magistrado que instruirá el caso, deberá determinar la idoneidad de aceptar los informes que solicita el escrito de la Defensa. En concreto, el abogado de Juanatey ha reclamado la realización de nuevos exámenes a la acusada por parte de un trabajador social y de un psicólogo forense. Además, exigirá la inclusión en el expediente de la historia clínica del pequeño César y de la vida laboral de la imputada.

Asimismo, la Audiencia Provincial iniciará el procedimiento de selección del jurado popular que estará compuesto finalmente por nueve personas y dos suplentes. Tras realizar todos estos trámites, deberá señalar la fecha del juicio contra Juanatey, para quien el Ministerio Fiscal pide 20 años de cárcel e inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena por asesinato con alevosía y con el agravante de parentesco.

TESTIGOS
La Fiscalía ha llamado a declarar como testigos a los padres de Mónica Juanatey, así como a los hermanos que encontraron la maleta con los restos del cadáver del niño en la finca Binidalí de ses Vilotges. También deberán testificar durante la vista oral el padre adoptivo de César, la pareja sentimental de Juanatey en Menorca y el hombre con el que la acusada tenía contacto a través de internet y con el cual planeaba contraer matrimonio. Así consta en el escrito de acusación elaborado por el Ministerio Público, un documento que apunta como responsable del crimen del pequeño César a la joven natural de Noia. En concreto, el texto detalla que entre el 7 y el 11 de julio de 2008, la acusada, con domicilio en la calle Amazonia de Malbúger, siendo consciente de que el resto de moradores de la casa se encontraban trabajando, aprovechó para preparar el baño para su hijo. Una vez dentro de la bañera y con la intención de acabar con su vida, Juanatey ahogó al menor. Posteriormente, introdujo su cuerpo en una maleta roja de gran tamaño, cogió el vehículo de su pareja y, tras dar algunas vueltas, abandonó el bulto en Binidalí.

El escrito de la Fiscalía hace hincapié en que Juanatey no concurre en circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, es decir, que no se aprecia la existencia de trastorno psicológico o enfermedad psiquiátrica que pudieran haber eximido o atenuado la responsabilidad de la acusada.

Por su parte, el escrito de la Defensa defiende la inocencia de la joven gallega, al considerar que las pruebas no desprenden la certeza de que la muerte de César fuera consecuencia de un acto doloso, voluntario, consciente por parte de la madre. El letrado Carlos Maceda reitera que Juanatey no recuerda el momento del fallecimiento de su hijo y, en este sentido, apunta que la acusada admitió que ahogó al pequeño tras ser detenida como consecuencia de la responsabilidad moral que sentía. "Ella no es consciente realmente de haber matado a su hijo y las pruebas no acreditan que Juanatey fuera la autora", apunta el abogado defensor.

Por otro lado, Maceda defiende que la imputada siempre fue una persona responsable con su familia. En esta línea, afirma que Juanatey cuidó de su madre a pesar de sus desavenencias e incluso viajó hasta Galicia al averiguar que el padre adoptivo del niño había pegado al menor, lo que la llevó a perder su puesto de trabajo.