Cariñosa ironía y algún que otro requiebro en el último pleno del Ayuntamiento de Maó que aprobó anoche con carácter definitivo el presupuesto para 2012 tras desestimar cinco de las ocho alegaciones presentadas por el Comité de Empresa.
La sesión extraordinaria de carácter urgente duró apenas 25 minutos, tiempo en el que, tras pronunciarse la Corporación sobre la urgencia, se leyó el dictamen de la Comisión de Servicios Generales y Hacienda para su debate posterior.
Por el equipo de Gobierno, Salvador Botella, apuntó que las alegaciones presentadas no podían ser consideradas como tales, por cuanto se vinculaban a un conflicto en las condiciones laborales, "pero en aras a la transparencia por la que apostamos hemos decidido traerlas al pleno". Dicho esto el teniente de alcalde subrayó que algunas de las aportaciones del Comité se referían asuntos sin mayor repercusión, si bien se mostró crítico con las relativas a las ayudas sociales.
"En cuanto a los recortes no estamos en absoluto arrepentidos sino todo lo contrario dada la situación económica. Me parece inadmisible que personas con sueldos de entre 40.000 y 50.000 euros insistan en solicitarlas", argumentó Botella antes de expresar su satisfacción por el cumplimiento de los plazos en la tramitación y aprobación de las cuentas y de agradecer el trabajo que lo había hecho posible.
El portavoz socialista, Vicenç Tur, remarcó que por primera vez el Comité presentaba alegaciones a unos presupuestos y avanzó su rechazo a los mismos precisamente por el recorte de las ayudas sociales. Botella contestó con puya- "si hasta ahora no habían tenido alegaciones es porque no se reunían con ellos y si se les va concediendo lo que solicitan pues no hay problemas"- y se confesó desencantado por no contar con el apoyo del PSOE.
Tur contestó con soltura. "Al hilo de las fantástica entente que mantenemos, estaremos junto al equipo de gobierno cuando lo que se apruebe favorezca a los trabajadores, cosa que no sucede ahora".
Los 17 votos populares bastaron para aprobar las cuentas en el último pleno que la alcaldesa cerró deseando un buen fin de año y buena entrada en 2012.
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