Ayuda. El sector reclama la protección del comercio local - Javier

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Las ventas del comercio minorista de Balears cayeron en noviembre un 6,8 por ciento, sin embargo la ocupación creció un 0,8 por ciento según el Instituto Nacional de Estadística, un claro indicativo de que muchos pequeños y medianos empresarios siguen luchando por mantener a flote sus negocios.

Estos días un buen número menorquines ultiman las compras de Navidad y el sector se queja del daño que están causando las franquicias que comienzan a instalarse en la Isla. Y es que su facturación en Balears ha aumentado en 38 millones de euros (un 12,37 por ciento) entre 2007 y 2011, rondando ya los 340 millones de euros. Actualmente, en las Islas hay 1.160 establecimientos de este tipo y dan trabajo a unas 4.839 personas, según datos de la patronal CAEB.

Estas navidades, las ventas están siendo algo más flojas que el año pasado en el comercio local -posiblemente incluso menos costosas y más prácticas en consonancia con el índice de confianza de los consumidores-, pero a la vuelta de la esquina esperan "las rebajas más agresivas" de los últimos años, en palabras de algunos empresarios de la Isla. En las tiendas se acumulan los artículos, facturas que pagar a proveedores, y las rebajas se presentan más que nunca como la oportunidad de frenar pérdidas.

Buena parte de los empresarios consultados se muestran moderadamente optimistas a pesar de las cifras que arroja el sector. El descenso en las ventas acumula ya 14 meses consecutivos y, en los últimos años, la pérdida de puestos de trabajo ha sido notable, aunque a tenor de los datos que arroja noviembre esta variable comienza a frenarse. En 2010 cerraron en Menorca 295 comercios, el 12 por ciento del total, una sangría difícil de estabilizar.

No obstante, para el presidente de la Asociación de Comerciantes de Menorca, (ASCOME), Vicente Cajuso, este dato también debe interpretarse como la tendencia del sector a recuperar el equilibrio perdido en los años de bonanza. "Entre 2001 y 2009 Menorca perdió cerca de 400.000 turistas, pero en ese mismo período, la superficie comercial experimentó un gran crecimiento", explica.

"En Balears tenemos unos 13 establecimientos por cada 1.000 habitantes, cuando la media nacional apenas supera los 10,7. Esto no es normal, Balears, y Menorca estaban sobresaturadas de comercios", añade.

Entre las causas que explican este goteo de cierres y el descenso en las ventas, además de la crisis, de la disminución de la renta de las familias y del todo incluido, algunos empresarios citan además el daño provocado por las franquicias y las grandes superficies que comienzan a instalarse en la Isla, así como reciente retirada del Plan Director Sectorial de Equipamientos Comerciales.

"El plan nos protegía algo de la directiva europea Bolskestein de liberalización del comercio. No nos negamos a que vengan empresas, pero el plan regulaba donde se debían instalar", explica Macià Coll, gerente de Ciutadella Antiga, quien reclama a la Administración un mayor apoyo para el sector.

"Los pequeños y medianos empresarios son quienes mueven la economía en Menorca, quienes creamos puestos de trabajo. Las franquicias y las grandes empresas que se instalan aquí se llevan además el dinero fuera. Se debería proteger más lo nuestro", reflexiona.

Coll también advierte que las rebajas de este año estarán animadas, pero considera que esta estrategia de venta que en su opinión se prolonga en exceso en el tiempo, beneficia en mayor medida a las grandes superficies. "Los pequeños comercios apenas tienen stokcs porque ya ajustan mucho sus compras, aunque permite dar salida a lo que no se ha vendido. Es mejor esto que quedarse con las facturas", señala.