La presidenta de la Fundación Hospital de la Isla del Rey, la arquitecta Isabel Espiau, confía en que la conexión a la red de este enclave del puerto de Maó esté lista la próxima primavera. De hecho, toda la infraestructura eléctrica en tierra ya está preparada para acercar el siglo XXI al viejo Hospital Naval Inglés.
"Sólo nos queda instalar el cable submarino, la conexión terrestre ya está realizada y tenemos el cable y el material listo", explica Espiau, quien lamenta el retraso acumulado en la ejecución de este ansiado proyecto. "Tal vez nos haya faltado empuje porque las licencias ya se tienen, solo hay que hacer las obras, en dos o tres meses el cable estará listo", añade. Hay que tener en cuenta que la Fundación gestionará el próximo año un presupuesto de 179.963 euros. La mayor parte se destinará a financiar las obras de la bóveda norte del edificio principal, unos 99.962 euros, aportados por el Govern. Pero precisamente otros 50.000 euros, procedentes de una ayuda del Ayuntamiento de Maó aprobada recientemente, se destinarán a culminar la ejecución del proyecto de instalación eléctrica. Las cuentas incluyen otras aportaciones particulares que suman 30.000 euros más.
Red Eléctrica ya aportó el cable submarino y sus accesorios para la conexión a la red de distribución terrestre, cuyo coste rondó los 40.000 euros. Durante las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia de 2009, desembarcó en el puerto de Maó un camión que transportaba la voluminosa bobina de cable eléctrico. Incluso la primera fase del proyecto para iluminar el antiguo hospital naval ya ha finalizado. La acometida desde el transformador existente en Es Castell, entre las calles Fontanilles y Agamenón, hasta la orilla del mar ya esta ejecutada. De hecho, el pasado mes de septiembre se inauguró la nueva iluminación artística del Hospital alimentada por un generador. Endesa sufragó la mayor parte de las obras con una aportación de 60.000 euros; se colocaron focos, se canalizó el cableado y se construyó una caseta para el transformador.
Ahora resta ejecutar la segunda fase del proyecto -retrasada por motivos técnicos y de concesión de licencias-, que consiste en el despliegue de un cable submarino de fibra óptica entre la orilla del puerto y el islote a fin de poder ofrecer una mayor seguridad con la instalación de alarmas y circuitos cerrados. En este caso la operación representará una especial dificultad, ya que entre Es Castell y la Illa del Rei, el mar tiene una profundidad máxima de 32 metros, por lo que serán necesarios unos cables especiales. Será una acción coordinada en la que participará Red Eléctrica Española, Endesa, Autoridad Portuaria, los ayuntamientos de Maó y Es Castell, y Eléctrica Sampol. El objetivo es reinstalar el servicio eléctrico destruido en 1964 con la desaparición del cable que suministraba energía al hospital (fue expoliado). También se acondicionará la antigua sala de Laboratorio, contigua a la ya habilitada para centro de transformación con el objetivo de instalar en ella el centro de control de la instalación.
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