Códigos postales, fundaciones de clubes deportivos, acontecimientos que van a celebrarse en 2012 y sobre todo combinaciones que no cuenten con números repetidos ni mucho menos con ceros. Las administraciones de Lotería han puesto en marcha de nuevo la máquina de la felicidad más imaginativa para que la venta de décimos para el sorteo extraordinario de Navidad sea atractiva y transforme una sola combinación de cinco dígitos en una cifra peculiar y con sentido.
Y parece que ha funcionado. Aunque algunas administraciones calculen que las ventas "no han incrementado pero tampoco han descendido", otras cifran incrementos de entre el dos y el cinco por ciento.
Los bombos de la suerte girarán esta mañana para hacer realidad millones de sueños, y es que un año más, las administraciones aseguran que la gente cree en la suerte como esperanza contra la crisis. Es por ello que han sido pocos los que se han resistido a comprar alguna participación. "Cada ciudadano ha gastado menos que años anteriores pero hemos notado una mayor afluencia de gente", apuntan desde una Administración de Ciutadella.
La expendeduría de tabacos de Alaior, donde se venden décimos a través del sistema de venta por terminal, ha cautivado a los alaiorenses con algunas combinaciones un tanto atractivas. Así, han vendido el número 07730, que coincide con el código postal de la localidad o ha lanzado a la suerte la combinación 34.311 que queda relacionada con la fundación del Club Deportivo Alaior -en el año 1934, día 3 del mes 11.
Otra combinación numérica ha sido la 71.192 que tiene estrecha relación con el día que llegó la canalización de agua al municipio -en 1971, día 19 del mes dos. El punto de venta de la calle Carnisseria de Ciutadella también puso su suerte en el código postal del municipio convirtiéndose en el gran favorito de las ventas.
Por su parte, y según informan desde la Administración de la calle Bonaire de Maó, adquirieron la combinación 30.612, gran acierto puesto que ha sido uno de las números más solicitados a nivel nacional al poder interpretarse como una fecha real al poder ocurrir algo día 30 de junio del 2012.
"Han llegado a solicitarnos este número al coincidir con el día que se casan", explican desde este punto de venta. Sin embargo, quienes no son tan originales a la hora de comprar un décimo, pero tienen la esperanza depositada en algún dígito en concreto, han comprado números acabados en 13 -que ya estaban agostados en agosto- y las terminaciones en 11 y 12. Los clásicos tampoco han pasado desapercibidos como el 9, 7 y 5.
Además, las administraciones han vivido escenas peculiares como décimos que eran frotados por la barriga de alguna embarazada o por alguna cabeza calva.
Venta por terminal
La sociedad evoluciona, se moderniza, se adaptada a las nuevas tecnologías. Y el sistema de venta no ha sido ajeno a ello. Las administraciones disponen, desde el pasado año, de un sistema por terminal. A pesar de facilitar el acceso a algún número en concreto que no disponga la administración a la que se acude, los vendedores no dudan en asegurar que "el comprador prefiere lo tradicional, el décimo en papel y en todo color". Y es que con este nuevo sistema el comprador se queda un tique parecido al de una Primitiva, lo que causa una reacción de extrañeza en el cliente.
"La gente se sorprende, no entiende que aquel papelito pueda ser un décimo con la misma validez, se quedan atónitos", explican desde Es Castell. Además, a través de este sistema no es posible acceder a todos los números, por lo que, el avance tecnológico no sale, según las administraciones, siempre victorioso.
Los loteros de la Isla hablan de combinaciones feas, como aquellas que repiten un mismo número o están plagadas de ceros. Aún así, se trata de una etiqueta poco válida cuando todos los números están en el bombo y más, cuando retrocedemos 76 años, en 1935, y nos encontramos con los tres cacahuetes, el 25.888, que trajo la suerte a Ciutadella.
Las administraciones de Lotería cerraron ayer puntos de venta y terminales, anularon el sobrante agujereándolo para, el lunes, ser enviado a Madrid. La mayoría espera que la jornada de hoy sea tranquila, con la radio o el televisor puestos, y con una botella de cava a punto y a la espera de que la suerte sonría en la Isla.
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