Los votos favorables del Partido Popular y de Unió Menorquina (UMe) permitieron ayer aprobar el presupuesto del Ayuntamiento de Ferreries para el próximo año. Unas cuentas que ascienden a 4.980.435 euros, o lo que es lo mismo, un 3,9 por ciento inferiores a las de este ejercicio, y que se caracterizan por la contención del gasto y las escasas inversiones.
El concejal de Hacienda, Vicent Coll (PP), defendió este presupuesto "como el que se puede hacer en este momento, puesto que difícilmente estas cuentas podrían elaborarse de otra manera". Coll defendió que el equipo de gobierno prácticamente no altera las ayudas a las entidades sociales y tampoco recorta prestaciones al personal. "Hacemos un esfuerzo, y somos prácticamente el único municipio de Menorca que no toca estas partidas", concluyó. Este esfuerzo tiene como contraprestación unas inversiones muy reducidas, cuyas dos únicas actuaciones destacadas serán el Plan Insular de Cooperación y una pequeña ampliación del cementerio.
Desde la Entesa, el exresponsable de Hacienda, Francesc Pons, anunció una abstención en positivo "por responsabilidad política", pero aprovechó para poner encima de la mesa lo que, a su entender, son "las contradicciones del PP que está en la oposición y el que gobierna, puesto que los conservadores llevan cuatro años haciendo demagogia sobre los presupuestos". Así, Pons criticó que "el PP no ponga en el saco de la herencia recibida las inversiones empezadas y financiadas, y en cambio sí cite el crédito". El portavoz de la Entesa aseguró que "el tiempo nos ha dado la razón, y ahora somos el Ayuntamiento con una mejor situación económica en Menorca". El punto que evitó que la Entesa votara a favor de unas cuentas que definió de "continuistas" fueron 18.000 euros, según Pons, una cantidad que su partido solicitaba de incremento en tres partidas para ayuda a entidades, y que el PP no aceptó, asegura Vicent Coll, no por falta de voluntad, sino por imposibilidad de hacerlo.
El PSOE también se decantó por la abstención positiva, asegurando que "son unas cuentas conservadoras, que podrían haber sido más valientes y apostar más por inversiones culturales y deportivas", explicó el concejal Basili Martí. El socialista reclamó que la deuda que Govern y Consell tienen con el Ayuntamiento, de más de dos millones de euros, conste en el presupuesto, y todos los partidos coincidieron en la necesidad de reclamar insistentemente a estas dos administraciones el pago de esta deuda.
Miquel Carreras, de Unió Menorquina, argumentó su voto a favor de los presupuestos diciendo que "están adaptados a los tiempos que corren, y mantienen la ayuda a las entidades sociales, algo muy importante y que se debe valorar".
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