Un viaje del IMSERSO junto a su mujer, María Jesús Esteban, ha sido lo que le ha devuelto a la Isla en la que, entre octubre de 1966 y septiembre de 1967, ejerció como director del diario "Menorca". Es José Antonio Martín Aguado (Guipúzcoa, 1938), a quien se le brindó la oportunidad de encabezar este rotativo recién terminados sus estudios, siendo su primer trabajo. Luego sería redactor jefe del diario "Ya" y director del "Ideal Gallego", y ocupó cargos como el de jefe de prensa en la primera visita a España del Papa Juan Pablo II en noviembre de 1982. Posteriormente, y sin dejar de trabajar en "Ya", ejerció de profesor de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid durante 25 años, donde impartía Tecnología de la Información, Diseño Periodístico y Aplicación de las Nuevas Tecnologías de la Información.
¿Qué supuso para usted ese cargo que desempeñó en el Menorca?
Para mi marcó un hito muy importante. Yo acababa de salir de la Escuela de Periodismo de la Iglesia y entonces don Guillermo de Olives fue a la Editorial Católica a pedir un director para el periódico. El director de entonces, que era Aquelino Morcillo, quien fue director del diario "Ya" muchos años, le habló de mi. Yo llegué a Mahón en un avión de hélices, acompañando a De Olives. Para mi fue un descubrimiento. Prácticamente no conocía nada de Menorca. Encontré unos compañeros extraordinarios. Antonio Verger era uno de ellos, y Francisco Pons era el redactor jefe. A pesar de que los medios eran pobres, sacábamos un periódico digno, con unas 16 páginas. El año que yo estuve se incrementó la tirada en unos 500 ejemplares, que para entonces rondaría los 4.000 diarios. Mahón era una ciudad pequeña, donde había una influencia muy importante del alcalde, un hermano del doctor Seguí, a quien le molestaba muchísimo que el periódico dijera cosas sobre él, no lo veía bien.
¿Recuerda algún hecho noticiable de la época?
Hay un hecho curioso. En diciembre hubo un referéndum. Se sometió a votación la Ley de Sucesión. Fueron momentos muy importantes, porque Menorca ha sido bastante liberal, en algunos momentos muy republicana. La división se apreciaba entre los accionistas del periódico de entonces, unos a favor de aprobar la Ley Orgánica y otros en contra. Creo que el diario "Menorca" fue el único de toda España que publicó un artículo diciendo que se votara que no. Aún faltaban ocho años para que muriera Franco y la cosa estaba muy caldeada. Supuso para mi una llamada del Delegado de Turismo en Baleares y se me amenazó con el cierre del periódico. Al final no pasó nada. Pero ese hecho, a la larga, influyó en afianzar la independencia del periódico, que gracias al trabajo de todos pudo sacar adelante una publicación que en aquellos momentos era bastante rudimentaria en su elaboración.
¿Cómo ha evolucionado ese periódico que usted dirigió?
Ha ido modernizándose, ya hace tiempo que se imprime a todo color, con bastantes páginas y suplementos y que, sobre todo, como acabo de ver ahora, tiene una redacción de gente joven. Y eso da gusto. Veo el periódico con mucho contenido, con mucha opinión, dos o tres páginas de artículos de redactores y colaboradores, lo cual me parece muy acertado. Y no solo locales, también hay colaboradores de la Península. La información insular me parece muy completa y muy bien tratada, cumple esa parte de servicio público y la cobertura de las actividades culturales que se dan. Este diario siempre prestó mucha atención a la cultura. En aquellos tiempos, el Ateneo de Mahón era la luz que iluminaba el ámbito cultural, pasaban personalidades, publicaban la revista "Menorca", donde salían las informaciones más novedosas sobre investigación.
Al ver lo pequeña que es la Isla, muchos piensan que aquí nunca sucede nada. ¿Usted sentía eso?
Yo no conocía nada de Menorca. De camino hacia aquí, Guillermo de Olives me explicó cómo era la Isla, y la fui conociendo a través de su visión. Luego ya, in situ, comprendí que era un lugar muy poco poblado. Estuve en playas inmensas, en abril, yo solo. Eso era inconcebible. Las calles de Mahón también muy desiertas, y esa rivalidad entre Ciutadella y Mahón que siempre ha existido. Pero el diario nunca tuvo ninguna incidencia, no contribuyó a exacerbar esa enemistad. Lo que no puedo olvidar de aquella época era la sensación de aislamiento, había semanas en que el barco se pasaba tres o cuatro días sin venir por la meteorología. Traía mercancías, abastecimiento, la prensa. De eso me acuerdo mucho, era muy importante y calaba mucho el hecho de que no hubiera llegado el barco. Los canales de comunicación eran muy importantes para el calzado, el queso, la bisutería, y cualquier interrupción de esos canales producía consecuencias nefastas.
¿Cómo han evolucionado los medios de comunicación?
Ha habido una expansión impresionante los últimos años. Con la muerte de Franco, la transición política, la llegada de la democracia y la alternancia de los partidos, España ha vivido unos treinta años de cambios y una expansión en todos los órdenes. Y la prensa ha sido un sector muy importante del desarrollo. Todos los periódicos hicieron su reconversión tecnológica, abandonaron las técnicas tipográficas para pasar a las electrónicas, con ordenadores y maquetas electrónicas. Luego, entre 2003 y 2008, cuando empezó la crisis, los periódicos incrementaron mucho sus tiradas y han sido órganos de una influencia impresionante. Los medios han tenido un papel muy importante en el proceso de transformación de esa España encogida de los tiempos de Franco, y que se fue expandiendo y llega a ser una nación moderna, poderosa, con unos partidos fuertes y por desgracia, nos encontramos en un momento difícil con la entrada de otros medios que producen unos cambios en el formato de la prensa, con internet. Medios que facilitan el acceso inmediato a los acontecimientos y que obligan a la prensa a reconvertirse otra vez.
¿Será la desaparición del papel?
Soy de los que les gusta leer el periódico, pasar hoja por hoja. Lo primero que hago por las mañanas es ver en internet los contenidos de algunos diarios, pero luego siempre me compro un periódico. Todavía siento ese olor a tinta, esa cercanía con la noticia, con los compañeros que la están elaborando. Se ha mejorado muchísimo la presentación de las informaciones, es impresionante cómo se presentan hoy las noticias, invita a leerlas. Ya no es una noticia de agencia, hay que documentarla, ampliarla, ver las vertientes que tiene esa noticia. Y eso no se podrá hacer en internet. Para mi, el periódico aún tiene vida.
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