Casal. El actual local provoca quejas entre sus vecinos - Archivo

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Desde mediados el mes de septiembre, el Casal de Joves de Ferreries cierra sus puertas a las nueve de la noche. Antes, el recinto permanecía abierto hasta las once los viernes y sábados, y el domingo hasta las diez y media. Esta medida ha generado malestar entre los usuarios de este recinto, que se están planteando alguna acción para hacer notar su malestar y obligar al equipo de gobierno del Partido Popular a rectificar su postura.
La decisión del Ayuntamiento de Ferreries surge tras las protestas de los vecinos por el ruido que genera el local donde está ubicado el Casal, en la carretera general. El concejal de Juventud, Josep Huguet, explica de entrada que se trata de una medida temporal, hasta que no se consiga otra ubicación para esta instalación. Así, Huguet relata que en el anterior mandato, el equipo de gobierno (Entesa-PSOE-UCM) había iniciado negociaciones con los propietarios de un antiguo local de ocio, e incluso había acordado, asegura, que en este mes de septiembre ya se habría trasladado el Casal. Tras las elecciones de mayo, prosigue el concejal, el nuevo equipo de gobierno se centró en otras prioridades y no continuó las negociaciones, con lo que el traslado no pudo efectuarse. Así, los vecinos siguieron quejándose, y el Partido Popular optó por avanzar la hora de cierre del Casal.

Esta decisión, aunque temporal, ha despertado las quejas de jóvenes y varios sectores del municipio. Aseguran que si la única oferta de ocio alternativo que existe en el municipio cierra sus puertas pronto, los adolescentes se buscan otras alternativas, e incluso se desplazan a otros municipios. Así, este periódico ha podido confirmar que tanto el Casal de Joves de Es Mercadal como el de Es Migjorn han recibido algunos fines de semana a jóvenes desplazados de Ferreries. Algunos apuntan, incluso, que algunos de estos desplazamientos se habrían producido mediante auto-stop.

Algunos sectores no entienden como una instalación como un Casal Jove debe cerrar sus puertas a las nueve de la noche, y en cambio negocios como los bares pueden abrir hasta más tarde, incluso con terrazas fuera de los establecimientos. El concejal Josep Huguet reitera que la decisión es temporal, y confía en poder trasladar el Casal al nuevo local "en un periodo de tiempo más o menos rápido". Además, añade que para compensar la reducción de horario, ahora se ha rebajado la edad mínima de entrada al Casal, de los 14 a los 12 años.