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La llamada de un representante ofreciéndole a su novio, el jugador de futbol mercadalenc, Guillem Martí, la oportunidad de probar suerte en un equipo austríaco, cambió la vida de la joven menorquina Natalia Harris Cánovas (Ciutadella, 1984). La pareja decidió aprovechar la ocasión para vivir una nueva experiencia en el extranjero y, desde agosto de 2010, residen en Ried Im Innkreis, un pequeño pueblo de tan sólo 11.000 habitantes ubicado en el estado de Alta Austria.

¿Cuál fue el motivo de su marcha al extranjero?
Mi chico, Guillem, jugaba en el Sporting Mahonés. Un representante se puso en contacto con él para ofrecerle la oportunidad de probar suerte en Austria. La propuesta nos pareció interesante y decidimos dejar la Isla e instalarnos en Austria.

¿A qué se dedicaba antes de abandonar la Isla?
Estaba trabajando como auxiliar de farmacia en Maó. La verdad es que me dio mucha pena dejar el trabajo para irme a Austria porque disfrutaba mucho.

¿Cuándo llegó a Austria?
Fue en agosto del año pasado. El día que llegué hacía un día estupendo y me sorprendió lo verde que estaba todo. Mientras iba en coche por la carretera pude ver mucho campo y, de vez en cuando, había alguna casita tipo granero. Todo me pareció muy bonito. Al llegar al pueblo en el que nos instalamos, Ried Im Innkreis, fuimos a comer al centro. Todo estaba desierto. Más tarde me comentaron que tan solo tenía 11.000 habitantes y que aquella tranquilidad era habitual. Pensé en Menorca.

¿Dónde se encuentra exactamente Ried Im Innkreis?
La verdad es que estamos bien situados en el mapa. Salzburgo está a 60 kilómetros y Linz a 70. En coche tardamos soló dos horas en llegar a Viena o a Munich. Ried Im Innkreis es un pueblo muy acogedor. Todo el mundo se conoce, son como una gran familia. Supongo que por eso no me ha costado mucho adaptarme. ¡Es como Ciutadella pero algo más pequeño y sin playas!

¿Ha tenido la oportunidad de visitar otras ciudades del país?
Sí. Gracias a esta experiencia ha visitado muchos lugares, no me puedo quejar. Desde que llegamos, ahora hace poco más de un año, hemos estado en diversas ciudades importantes del país como Viena, Salzburgo, Insbruck, o Linz. También hemos visitado a Munich y he estado en la famosa October Fest. Además, hemos ido en coche hasta Praga y Venecia. ¡Una maravilla!

¿Ha aprendido alemán?
La verdad es que el idioma lo llevo peor de lo que esperaba. En un primer momento, pensé que en medio año dominaría el alemán pero llevo más de un año aquí y todavía me cuesta formular una frase entera. El problema es que en el equipo de fútbol en el que juega Guille hay otros tres compañeros españoles. Sus novias también viven aquí por lo que quedo habitualmente con ellas y en nuestro tiempo libre nos relacionamos básicamente con estas tres parejas. Este año me he propuesto ponerme las pilas con el idioma y he empezado a quedar con personas de aquí. Sin embargo, aunque intento hablar alemán, suelo acabar con el inglés, que me sale de carrerilla y me permite hacerme entender mejor. Será difícil aprender alemán...

¿No ha pensado en hacer algún curso para perfeccionar el idioma?
Es gracioso pero estoy dando clases de alemán a través del Skype con mi abuelo. Él vive en Ciutadella y cada mañana nos vemos a través de internet. Mi abuelo es muy bueno con los idiomas y cuando se enteró de que me iba a vivir a Austria se apuntó a clases de alemán para poder enseñarme. ¡Es un profesor nato y a día de hoy sabe mucho más alemán que yo!

¿Le resultó complicado habituarse a las nuevas costumbres?
Me costó un poco adaptarme al horario de las comidas. En Austria comen y cenan muy pronto. También llevo mal que las tiendas y supermercados cierren a las 18 horas. Nosotros cenamos un poco más tarde y debo acordarme de comprar antes todo lo que necesito para cocinar. El resto es todo positivo. Me gusta mucho la comida típica de aquí, hacen sopas muy buenas que sientan fenomenal. Además, la gente es muy amable y educada.

¿Qué me dice del clima?
La verdad es que aquí hace muchísimo frío en invierno. De todos modos, hay que decir que las casas están muy bien acondicionadas. Eso sí, cuando sales a la calle te has de tapar mucho. Una de las cosas que más me sorprendió al llegar fue lo verde que era todo pero al llegar el invierno me di cuenta de que todo lo que antes era verde se había convertido en blanco.

¿Esta trabajando?
De momento, no. Guillem siempre tiene unas vacaciones diferentes al resto de los trabajadores y, durante muchos años, no hemos coincidido debido a nuestros respectivos lugares de trabajo. No quería que eso nos pasara otra vez estando aquí y, además, tampoco sabemos si vamos a estar en Austria mucho tiempo. Si veo que la cosa se alarga, posiblemente busque trabajo. Por otro lado, el año pasado estuve estudiando por mi cuenta el acceso a la universidad. Fui a Menorca a examinarme y aprobé pero todavía no me he animado a ponerme a estudiar a distancia.

¿Qué es lo que más le gusta de Austria?
Sin duda, el paisaje, tanto en verano como en invierno. También son muy bonitos los centros de las ciudades y, como ya he dicho, me encanta la comida típica.

¿Cuáles son los principales rasgos de los austríacos?
¡Todos son rubios y de ojos azules! La verdad es que los austríacos son muy majos, al menos los que yo me he encontrado. Son personas muy educadas y correctas que, además, son fanáticos del reciclaje. Me sorprende ver objetos de decoración en los portales de las casas porque pienso que en España desaparecerían de inmediato. Del mismo modo, los periódicos se venden en las farolas, donde hay una hucha para poner el dinero. Los periódicos no están sujetos y nadie los coge sin pagar. Hay mucho respeto.

Es de agradecer...
Sí. Mi vecino es uno de los mejores ejemplos. Ha convertido el portal de su casa en una habitación más. Al subir a mi piso veo como en la barandilla de la escalera hay toallas y camisetas colgadas y en el rellano ha colocado un zapatero. También tiene un perchero lleno de ropa y suele dejar en el suelo, junto al felpudo, un montón de cacerolas y botellas. ¡Es espectacular! Suele tener la puerta de su casa abierta y cada vez que pasas por allí sale a saludarte y a desearte los buenos días. La gente que viene a visitarnos se suele quedar muy sorprendida.

¿Tiene previsto volver a Menorca a corto plazo?
De momento no tengo fecha de vuelta. Estoy muy bien aquí, tengo buena compañía. Viajo a Menorca dos veces al año, en verano y en Navidad. Echo de menos a la familia y a mis amigos. Pasar el mes de agosto en Austria es duro. Piensas en las playas de Menorca y te tienes que consolar con ir a una piscina o a un lago. También añoro el pescado fresco, aquí sólo puedes encontrar congelado y... ¡no es lo mismo!

¿Qué espera de esta experiencia en el extranjero?
Me gustaría aprender el idioma. ¡A ver si lo consigo! También me gustaría poder ver el máximo de lugares posibles. Además he hecho amigos y creo que me llevaré muy buenas amistades de Austria.

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