El domingo 25 de septiembre, dos personas en nombre de la Demarcación de Costas, acompañados por agentes de la Policía Local de Ciutadella, se personaron en la playa de Ses Fontanelles, en Ciutadella. Su intención era contactar con los propietarios de las cuevas y casetas de la cala, para comunicarles lo que muchos ya se temían: tendrán que desalojar la playa y demoler las construcciones. El argumento es que esos espacios pertenecen al dominio público, después de que se revisara el deslinde del litoral.
El primer paso para consumar el desalojo fue identificar a los presentes ese domingo en la playa y comprobar cuáles eran sus casetas o cuevas. A partir de ese momento, explicó el personal de Costas, deberán esperar a que les llegue una carta en la que se les confirmará la intención de desalojarles, y que, según explicaba ayer uno de los propietarios, deberá ser interpretada como una orden de derribo.
A partir de este momento, pueden pasar varias cosas. Una, que los propietarios acaten las órdenes sin protestar. Otra, que inicien una discusión con Costas para determinar si realmente aquellas posesiones deben pasar a su dominio, o si por la antigüedad de algunos de ellos, puede aplicarse lo que se conoce como prescripción adquisitiva, es decir, que estos residentes tengan un derecho sobre la vivienda por el hecho de haber permanecido allí durante un largo período de tiempo sin que nadie haya puesto impedimento alguno.
Sea cual sea la decisión de cada una de las personas que utilizan las cuevas y casetas, la intención de Costas no ha sentado nada bien entre los habituales del lugar. Algunos se quejaban de que Costas "se apropia de todo sin tener en cuenta que estas casetas y cuevas forman parte de la tradición y la cultura de nuestra Isla". Admiten que no disponen de ningún papel ni documento oficial que acredite la titularidad de las casetas, pero añaden que algunas de ellas han ido pasando de generación en generación" y ahora nos tratan como si fuéramos delincuentes".
Ses Fontanelles pertenece a la finca de Son Àngel. Su propietario, explican los usuarios de las cuevas y casetas, ha puesto unas normas mínimas que deben respetar los habituales del lugar. Son cosas tan básicas como no tirar la basura en la playa, mantenerla limpia o respetar el entorno. Anteriormente, el acceso a Ses Fontanelles se hacía desde La Vall.
A día de hoy, en Ses Fontanelles existen unas diez cuevas y casetas. Son espacios más o menos reducidos, que los habituales utilizan para pasar fines de semana o temporadas más largas. La gran mayoría de ellos disponen de una barca en la misma playa, que utilizan para la pesca de 'serrans' u otra modalidad tradicional. "Es triste que desde un despacho desde el que no ven el mar, los señores que mandan dicten unas leyes.
Deberíamos invitarlos a hacer una paella con nosotros y así sabrían lo que hacemos aquí, y comprobarían si deben desalojarnos o no", comentaba uno de los habituales.
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