Maó pierde más de la mitad de los pasajeros en agosto

Entre esta horquilla se sitúan los porcentajes relativos al número de buques (-53,9 por ciento), mercancías en general (-34,7 por ciento), graneles sólidos (-23,3 por ciento) y cruceros turísticos (-6,6 por ciento) y solo se escapa el que refleja el movimiento de graneles líquidos, que experimentó un incremento del 13,3 por ciento. Así, en agosto de 2010 arribaban al puerto mahonés 126 buques y 15 cruceros con 99.619 pasajeros, frente a los 72 buques y los 50.403 pasajeros de éste.

Los resultados en lo que al acumulado se refiere abonan, asimismo, el pesimismo. Ninguno de los índices analizados se anota una variación en positivo. La caída más significativa corresponde al número de pasajeros (-40,6 por ciento), seguida a distancia considerable por las del número de buques (-29,3 por cien), de cruceros (-15,5 por ciento) y de mercancías en general (-15,5 por ciento).

La coexistencia con el dique de Son Blanc en tiempo de crisis

En un contexto de graves dificultades económicas, el puerto de Maó mantenía el tipo hasta la primavera pasada en que entró en funcionamiento el dique de Son Blanc. La puesta en marcha de la nueva infraestructura en Ciutadella ha subrayado la principal desventaja de la rada mahonesa -la mayor distancia entre ésta y Mallorca- y la incapacidad de las diferentes administraciones en la búsqueda de soluciones que permitiesen su dinamización.

Así, se ha precipitado la coexistencia entre las dos infraestructuras portuarias sin que la de Levante estuviese preparada para suplir unas carencias que parecen ahora insalvables. Los responsables de Autoridad Portuaria de Balears llamaban recientemente a la calma -lo datos de tráfico no son todavía significativos, apuntaban- y aseguraba que se mantendrían las inversiones previstas. El tiempo dirá si los pronósticos del ente gestor son acertados.