En 2007 un nuevo autobús de 35 plazas comenzó a operar entre Maó y el Aeropuerto - Archivo

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El exconseller de Movilidad y diputado del PSOE en el Parlament, Damià Borràs, afirmó ayer que el actual equipo de gobierno del PP "no descubre nada" al hablar de déficit en las líneas de autobuses de la Isla "porque se trata de un transporte público, de un servicio público que en todos los lugares es deficitario, incluido el metro de Madrid, pero necesario para que todos los ciudadanos puedan moverse, estudiantes, trabajadores o turistas, sólo se trata de una opción política".

El responsable de Movilidad en la anterior legislatura valoraba así las manifestaciones del actual conseller, Luis Alejandre, sobre el coste de la red de transporte público, que Borràs considera que está por debajo de los 3 millones de euros, aunque, subrayó, "esa no es la cuestión", sino que el transporte público es, junto con la sanidad, la educación y la atención social, un servicio esencial, añadió el diputado.

Borràs aceptó que se discuta el futuro de algunas de las líneas de autobús más deficitarias y de menos necesidad social, "pero no la red de forma global", ya que desandar el camino realizado hasta ahora en el transporte regular de viajeros sería, para el exvicepresidente del Consell, "una absoluta irresponsabilidad".

Algunos servicios especiales -manifestó Borràs-, como el Bus Nit, "han aportado seguridad" a las carreteras menorquinas; otros, como el Bàsquet Bus, "puede que no sean tan esenciales socialmente" como las líneas que unen los pueblos, "ellos deberán priorizar", añadió el exconseller en alusión al actual gobierno del PP, al que animó a "mantener la reivindicación ante el Govern balear" para que lleguen fondos destinados a financiar el transporte público.

Según el diputado, la situación económica del Consell "no es tan dramática" como para retroceder en la red de transporte público que fomentaron e incrementaron, en rutas y frecuencias, los gobiernos de izquierdas en el Consell.

Los efectos positivos del transporte público, recordó Borràs, son múltiples. Además de permitir la movilidad de toda la población -incluidos los turistas que recorren la Isla en autobús y consumen así en distintos municipios-, permite una menor utilización de los vehículos particulares, reduciendo así los problemas de la contaminación, el aparcamiento y la mayor densidad de tráfico en las carreteras; y a su vez supone un ahorro en infraestructuras y en inversiones en la red viaria, aseguró el exconseller, quien recordó que al asumir el área de Movilidad se encontró una red pública de transportes deficitaria, pero en conexiones y frecuencias para comunicar la Isla.

El PSM pide que se mantengan todas las rutas pese a las pérdidas

El PSM-Més per Menorca reclamó ayer en un comunicado el mantenimiento de las líneas de transporte público, aunque algunas de ellas sean deficitarias, "ya que permiten el acceso universal a este servicio y la posibilidad de moverse por Menorca a colectivos con dificultades, personas mayores y que no disponen de coche propio".

La formación nacionalista destaca además que el transporte público es "seguro y evita muertes en la carretera" por lo que constituye un instrumento "fundamental" para la prevención de los accidentes, especialmente en los casos del Bus Nit y el Jaleo Bus, utilizados sobre todo por los jóvenes.

La eliminación de transporte público, asegura el PSM, dificulta los desplazamientos "de los más débiles y fomenta la circulación individual", por lo que incrementa el gasto en infraestructuras viarias.

Rentabilidad

Los nacionalistas consideran "obvio" que se deben de buscar formas de mantener la eficiencia del servicio, sin reducir calidad y frecuencias, "de una manera más económica".

Al mismo tiempo recuerdan que con el coste del desdoblamiento de la carretera general, unos 200 millones de euros, "se podría mantener el coste del transporte público durante 70 años, si realmente cuesta los 3 millones de euros que dice el conseller".

El PSM añade que, según criterios exclusivos de rentabilidad, muchas infraestructuras, como nuevos aeropuertos y líneas del tren de alta velocidad en la Península, no se habrían construido.