Gran ambiente el que hubo ayer noche en el puerto de Maó. Con todo el Moll de Llevant peatonal, los restaurantes aprovecharon para sacar mesas a la calzada y duplicar sus cubiertos y es que reservar mesa para cenar en los locales casi se convirtió en misión imposible, igual que lo de encontrar aparcamiento, con largas colas de vehículos en la calle Fort de l'Eau y en la zona del Paseo Marítimo. Los mahoneses ya lo tienen controlado y saben que antes y después de la cena, se puede disfrutar de las actuaciones musicales y de los fuegos artificiales desde la Illa Pinto.
Quienes optaran por un bocado rápido también tuvieron muchas opciones. Los bares se animaron mucho este año y la oferta gastronómica resultó amplia, se podían encontrar desde los clásicos bocatas a platos griegos, pizzas o helados, acompañados de todo tipo de bebidas y cócteles. El caso era picotear algo mientras se paseaba por el puerto, lleno de gente.
Uno de los alicientes para acercarse al puerto eran las actuaciones musicales. En la zona de la Estación Marítima hubo espectáculos desde las 20 horas. El primer fue a cargo de el Coro y los Cuadros de baile de la Casa de Andalucía de Menorca, seguido por los bailes populares del grupo folclórico Es Rebost.
Un poco más tarde, a eso de las 22.30 horas, fue el turno de Esbart Dansaire de Santa Tecla y sus bailes tradicionales, procedentes de Tarragona. Una actuación realizada en colaboración con el Casal Català.
Por lo que respecta a la zona de Autoridad Portuaria, las actuaciones comenzaron a las 21 horas con la Banda de Música de Maó. Fue uno de los shows que contó con mayor público. La tres tarimas instaladas estaban repletas de seguidores. Posteriormente, se llevó a cabo el Festival de Bailes de Salón.
Otro de los espacios que estaba lleno fue la zona infantil. A las 20.30 horas, se realizó un espectáculo musical familiar a cargo de Puppet Mania. Seguidamente fueron Xinxeta y Tico quienes deleitaron a los niños con su animación. Los más pequeños participaron en todos los juegos propuestos, cantaron y se lo pasaron en grande.
Si se continuaba el paseo a lo largo del Moll se llegaba a la denominada Zona de Música Moderna, lugar en el que tocó el grupo The Legend, con sus versiones rockeras.
Un poco más alejados, Arrels de Menorca ofrecían su repertorio de música marinera. Las habaneras gustan mucho y eso se notó ayer viendo la cantidad de personas que se detuvieron a ver la actuación de la formación frente a la Sirenita Mô.
Por último, pero igual de animada, la fiesta de las comunidades y asociaciones latinas, que se llevó a cabo en la zona de S'Hort Nou, donde se organizaron bailes, se tocó música y se degustó comida de diferentes países sudamericanos.
En definitiva, el puerto de Maó contó se convirtió ayer en el escenario protagonista para disfrutar de la noche del viernes.
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