Museu de Menorca. Desde ayer su gestión depende directamente del Consell - Archivo

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El día 1 de septiembre estaba señalado en rojo en el calendario de las transferencias de competencias. Esa era la fecha señalada para que el Consell se hiciera cargo definitivamente de la gestión del Museu de Menorca y de la Biblioteca de Maó, un objetivo largamente reivindicado y que se cerró a finales de la pasada legislatura, en la última sesión parlamentaria. Ayer, primer día en que se hizo efectiva la transferencia, la consellera de Cultura del Consell de Menorca, Maruja Baíllo, denunciaba que aún quedan flecos pendientes en este traspaso.

La consellera asegura que ha remitido varios escritos al Govern balear solicitando una reunión con los técnicos de Cultura del Ejecutivo autonómico para formalizar un inventario de todos los bienes que pasan a titularidad menorquina. "Tenemos que ver en qué estado se encuentran todas las piezas que asumimos, todas las obras literarias y todo aquello que queda a partir de ahora bajo nuestra tutela", comenta Baíllo. De momento, la consellera está pendiente de una visita de la directora general de Cultura para crear una especie de comisión mixta entre los técnicos insulares y los autonómicos para acometer el traspaso.

No obstante, fuentes consultadas por este periódico aseguran que cuando se aprobó la transferencia del Museo y la Biblioteca quedó claro que quien debía realizar el inventario era el Consell con la colaboración de las dos entidades traspasadas. Explican estas fuentes próximas al Museo y a la Biblioteca que no se trataba de realizar un inventario partiendo de cero, sino que cada una de las entidades debía poner a disposición del Consell su propio listado y, posteriormente, los técnicos públicos simplemente corroborarlos.
El otro capítulo pendiente en este traspaso, según Baíllo, es la dotación económica. "El Govern debe realizar una transferencia económica que acompañe las competencias, para que en los próximos presupuestos ya podamos incluir la partida destinada al Museo y a la Biblioteca", explica Baíllo.

En este sentido, cabe recordar que la transferencia de estas dos entidades no incluye el personal que trabaja en ellas, que seguirán dependiendo del Govern a la hora de cobrar sus nóminas. Las mismas fuentes que cuestionaban el papel jugado por el Consell a la hora de no realizar el inventario también aseguran que el tema de la dotación económica del traspaso quedó claramente pactado cuando se aprobó dar este paso.

Sobre la línea que se seguirá en las dos entidades ahora que son potestad del Consell, Baíllo entiende que "aún es pronto para saber si modificaremos algo de la actual gestión de estas dos entidades. Además, con las actuales condiciones económicas resulta complicado pensar en grandes cambios".