Deudero. El director general de Puertos y Aeropuertos de Balears, en su despacho - mallorca press

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El director general de Puertos y Aeropuertos de Balears, Antonio Deudero, se suma al malestar provocado por el actual sistema del transporte aéreo. Su implicación no sólo es fruto del cargo que sustenta sino que hay que sumarle una inquietud personal.

Según manifiesta, "mi mujer es de Eivissa y los traslados que realizamos a la Isla vecina responden a un claro agravio comparativo para las islas menores".

Pero, a pesar de ello, asegura que comprendió realmente el calado del problema cuando su partido celebró un congreso en Menorca y, después de discutir sobre las dificultades encontradas para desplazarse, la responsable por Formentera dejó clara la afectación de la múltiple insularidad de los formentereños a la hora de salir de su paraíso.

Como director general de Puertos y Aeropuertos de Balears, ¿cómo ve usted la situación que vive actualmente la Comunidad Autónoma?
Somos conscientes de que padecemos una insularidad que nos es favorable en algunos aspectos pero que en otros es un gran problema. Si hacemos una comparativa con la situación de la que gozan los ciudadanos de la Península vemos un agravio comparativo muy importante. Por ello, en Madrid deberían tener más esmero a la hora de intentar que las inversiones e infraestructuras per capita que dan la comodidad a las personas de la Península tuvieran el contrapunto para los ciudadanos de las Islas a través de inversiones en infraestructuras o en una mejora de las líneas para que las personas se puedan mover sin problemas. La situación es muy positiva en temporada alta puesto que podemos aprovecharnos como residentes de la oferta del libre mercado. Pero en temporada media y baja el libre mercado y la oferta turística no cubren nuestras necesidades en frecuencias y tarifas. Cuando el Ministerio de Fomento hace un proyecto en inversiones para el tren de alta velocidad, carreteras, autopistas, debe tener en cuenta que hay que añadir el porcentaje de cuota económica de inversión para dar oxígeno a la parte de temporada media y baja que le falta al transporte aéreo, y también marítimo, e insuflar dinero público al vacío que deja el libre mercado.

¿Cuál cree que debería ser la línea de actuación para poder avanzar en esta materia?
La fórmula para mejorar el sistema pasa por una serie de actuaciones. A nivel estatal, que la administración pública ya tenga interiorizado que el hecho de la insularidad debe tener un contrapunto en lo que se refiere a inversiones contundentes para que las personas puedan gozar de una libertad de movimientos. Hasta que el Gobierno no interiorice este problema, no avanzaremos. Y, en segundo lugar, creemos que la Comunidad Autónoma, debería coparticipar en esta competencia para que no sólo tengamos voz sino voto en las mesas de discusión.

¿Las operaciones interinsulares entre Mallorca y Menorca sólo tienen sentido con la compensación de la Administración?
El número de pasajeros que realiza estos trayectos nos ha demostrado que el libre mercado por sí mismo no cubre con el gasto de las aerolíneas. No gozamos de un servicio suficiente. Las declaraciones de servicio público general deben servir para que un menorquín llegue a Palma o a Eivissa sin problemas. Lo principal es que esto cuesta dinero y por tanto se debe hacer un presupuesto teniendo en cuenta este aspecto. Es un gasto para dar un servicio. Además, no puede llegar un puente y que me suban las tarifas para salir de la Isla aprovechándose de nuestra insularidad. Como partido somos contrarios a las intervenciones porque queremos que el libre mercado funcione pero en este caso hay que intervenir. Si hay que tener una línea aunque sea deficitaria, hay que disponer de ella.

¿Cree que la declaración del servicio público está bien formulada?
Si el libre mercado no cubre el sistema en temporada media y baja hace falta una declaración de servicio público. Pero quizás haya que reformular el sistema actual. Ahora tenemos una tarifa de referencia con unas horquillas que complican a la administración el control de los márgenes razonables para poder garantizar que el precio está al alcance de todos. Tal vez deberíamos volver a la tarifa máxima. Se habla sobre si es posible volar por 30 euros. Esta tarifa la planteaba un estudio elaborado hace unos años. Por lo tanto, antes de hablar de estos 30 euros hay que volver a ponderar todos los criterios puesto que las circunstancias económicas a día de hoy no son las mismas ni el petróleo cuesta lo mismo, por ejemplo.

Qué diferencias existen entre una tarifa máxima y una de referencia?
Contar con una tarifa máxima significa que las empresas que cubren estas necesidades no pueden pasar de una cantidad por trayecto. Por su parte, en una tarifa de referencia, como mínimo la media de lo que cueste un billete debe ser tanto, que ahora está fijado en 86 euros. Esta tarifa de referencia implica que las líneas pueden hacer ventas de tarifas más caras y más baratas con una horquilla de un 25 por ciento sobre el precio de referencia. Es complicado para la Administración controlar si venden por encima de estas tarifas de referencia en su beneficio. También hay que estudiar si tenemos posibilidad de dedicar la OSP a una sola compañía. Sería el segundo paso de OSP porque se puede hacer una concesión específica de una línea a un precio cerrado a una compañía en que la Administración pague la diferencia del coste de la línea que podría ser deficitaria. Otra solución pasaría por la desestacionalización lo que permitiría que con el simple libre mercado ya se cubriera la demanda.

¿El sistema de bonificaciones actual necesita una modificación de su planteamiento?
Nos encontramos en un momento de austeridad brutal. Si la Comunidad quiere hacer un esfuerzo enorme dentro de la política autonómica en reducción del gasto no podemos reclamar subidas y aumentos en las bonificaciones. Si conseguimos con las OSP o el libre mercado que haya frecuencias y una oferta en todo el abanico de tarifas a lo que podemos añadir el 50 por ciento de la bonificación, ya es una situación razonable. También sería interesante instar a AENA o a Aeropuertos Españoles S.A. que si yo tengo una línea con una bonificación de residente y es una línea de oferta pública, que la aerolínea se pueda beneficiar de unas tasas aeroportuarias económicas, reducidas y con bonificaciones.