Los más pacientes, en coche; los más afortunados, en moto; y los más osados, a pie, aunque también están aquellos que se decantan por el transporte público. El caso es que, sea como sea, el atasco que se forma desde la rotonda del Aeropuerto hasta la entrada del pueblo ya es un clásico de las fiestas de Sant Climent.
La población lleva desde el viernes día 12 disfrutando de los actos incluidos en el programa festivo, con la cena y comida de vecinos, numerosos juegos infantiles, actividades deportivas varias, o nuevas iniciativas musicales, como el I Sant Climent Metal Fest, celebrado el pasado jueves por la noche en el Campo de Fútbol con la actuación de los grupos Dark Angels, Wodan y Aces High y que contó con buena participación.
En todo caso, fue ayer cuando el pueblo disfrutó de su día grande en el que ya, desde las 18 horas, se escucharon las campanas y se lanzaron los cohetes que daban inicio a las esperadas fiestas. Poco después era el turno de los pasacalles con los Gigantes de Maó y la Banda de Tamboriners de Dalt Sant Joan para deleite de los más pequeños.
Posteriormente, se realizaba la concentración de caixers en la calle de Sant Jaume, con la entrega de la bandera y el inicio de la qualcada desde el local de la Asociación de Vecinos, con el fin de terminar en la plaza de la iglesia e iniciar el jaleo con el ritmo de la Banda de Música de Es Migjorn Gran.
Hubo muy buen ambiente durante todo el acto, que estuvo muy concurrido. De hecho, los dos parkings que normalmente se habilitan a la entrada del pueblo estaban a rebosar, igual que buena parte de las calles del pueblo, donde las barras de los distintos bares dispensaban "pomada" y cerveza a mansalva.
Unos de los aspectos que más se comenta cada año, es la cercanía de las atracciones con el sitio donde se realiza el jaleo. "A mí no me gusta que instalen la feria tan cerca. Hay una mezcla de músicas que molesta y también se forma mucho tapón a la altura del Casino. Hay suficiente espacio en el pueblo para separarlo", decía una vecina, a lo que un chico joven respondía: "Pues a mí sí que me gusta que esté tan cerca, así no tenemos que dar tanta vuelta si queremos ir a montarnos en algo y ver el jaleo".
Sea como sea, la diversión estuvo servida y, por supuesto, volvió a verse algún que otro atuendo curioso. Desde unos chicos llevando unas gafas con luces de discoteca incluidas, un hombre 'conduciendo' un bidón de cerveza con ruedas y hasta una persona con un sombrero de la Guardia Civil. Puede que sea un adelanto de la divertida "fiesta del agua" que se celebrará el lunes que viene en la calle Sant Miquel al mediodía.
La noche terminó con la celebración de la verbena, en la que actuaron el grupo Fraggles, y sus temas de aire rockero; y el ritmo de dj Chicha.
Hoy, más. El jaleo vuelve a la plaza a eso de las 12 horas.
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