¿Cuál es su relación con Menorca?
Conocí a mi mujer, que es de Ciutadella, cuando los dos trabajábamos en una clínica mental. Llegué a Menorca por primera vez siendo novios en el verano de 1973. Desde entonces, no he fallado ni uno. Al año siguiente vine ya casado y en 1976 ya nos compramos una casa. Venimos a pasar temporadas largas. Recuerdo que cuando llegué me encantó lo bien que se me recibió y el ambiente mediterráneo que se respiraba. Tras tantos años trabajando en el mundo de la psiquiatría.
¿Cómo cree que ha evolucionado la sociedad en ese sentido?
En lo que se refiere a la enfermedad mental, hemos avanzado poco. En comparación con otros campos médicos, no hemos evolucionado. Es cierto que hay más farmacología, lo que se llama las camisas de fuerza químicas, pero seguimos sorprendiéndonos ante una esquizofrenia porque realmente no sabemos cómo de produce o qué la genera. Por eso, es complicado decir que la sociedad de hoy en día es más vulnerable a las enfermedades mentales porque no se han dado suficientes pasos y no se conoce su origen al cien por cien.
Se jubiló hace un par de año y ahora se dedica a la escritura. ¿Cuándo se interesó en ello?
Desde pequeño me ha gustado escribir y pintar. Con el trabajo y la familia apenas tenía tiempo pero, a medida que mis hijos han crecido y he tenido menos obligaciones profesionales, le he dedicado tiempo. Empecé con relatos cortos en algunas revistas literarias online. Quise desarrollar uno de ellos y fue como surgió "Sueños en Manhattan", la historia de un artista ruso de los 70 que se enamora de una parisina y se van a Nueva York, donde les sucederán mil cosas. Habla sobre una generación que fue idealista y altruista, que quería cambiar el mundo. Hoy presento este libro en Ciutadella.
¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
Actualmente estoy trabajando en una novela sobre Menorca, de la historia de un menorquín durante la dominación británica. Es un libro relativamente histórico que trata de conocer las raíces, de saber de dónde venimos. Por otro lado, queremos hacer un viaje y estamos decidiendo a ver dónde vamos, o a la Patagonia, o a recorrer EEUU en coche. Pude hacer mi sueño realidad, que fue navegar a través del río Volga desde Moscú a San Petersburgo.
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