trabajos. Las retenciones que se han dado los últimos días han sido motivadas por la construcción del desvío por el que circularán en breve los vehículos - Gemma Andreu

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El avance de las obras de la variante ha mermado la fluidez de la circulación en la carretera general, una situación que se ha agravado en las últimas semanas debido al incremento del número de vehículos que transitan diariamente entre Ferreries y Ciutadella.

Frente a las retenciones puntuales motivadas por el desarrollo de los trabajos de construcción del nuevo trabajo, el conseller de Movilidad y Proyectos, Luis Alejandre, pidió ayer comprensión y paciencia a los conductores y, aunque reconoció que la mayor densidad de tráfico durante la temporada turística aumenta la probabilidad de embotellamientos en la zona afectada, descartó la posibilidad de retrasar las obras, lo que supondría un gasto adicional para la administración insular.

"Somos conscientes de que se están produciendo retenciones, yo mismo lo he comprobado, pero se ha de tener en cuenta de que se trata de 15 o 20 días de tráfico muy denso", remarcó Alejandre, quien avanzó que en las próximas semanas se desviará a los conductores a través de un vial ubicado a la altura del kilómetro 26, lo que permitirá cortar al tráfico la carretera general para llevar a cabo las tareas de construcción de un futuro un paso elevado que posibilitará el paso inferior de los vehículos procedentes de Maó que quieran desviarse a Ferreries.

Precisamente ayer, los operarios de la UTE Ferrovial - Concesiones y Contratas Illes Balears ultimaban los trabajos en el desvío, aplicando la última capa de asfalto y trazando las señales horizontales de la nueva calzada. Para llevar a cabo esta actuación, los operarios se vieron obligados a cerrar al tráfico uno de los carriles de la carretera durante alrededor de tres minutos, lo que provocó algunas alteraciones de la circulación en la zona a media mañana.

A pesar de los atascos intermitentes que se dan estos días en el tramo que une Ferreries y Ciutadella, desde la Asociación de Empresas de Transporte de Menorca (ASTRAME) apuntan que no se ha recibido protestas por parte de sus asociados. Los representantes de la patronal se reunieron la pasada semana con el conseller de Movilidad y Proyectos quien les agradeció su comprensión ante las inevitables modificaciones de la circulación.

Por su parte, el gerente de Transportes Menorca, Jaume Aliaño, indicó ayer que las rutas de autobuses que conectan Maó y Ciutadella están cumpliendo los horarios establecidos a pesar de las retenciones, aunque admitió que en momentos puntuales se han dado algunos retrasos que, sin embargo, no han afectado a enlaces con otras líneas.