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La situación de las cuentas del Ayuntamiento de Alaior continúa generando controversia política. El jueves la alcaldesa Misericordia Sugrañes reiteró la precariedad del estado financiero municipal y acusó a sus antecesores de mala praxis, con la amenaza incluso de llevarlos ante los tribunales, sobre todo por haber obviado las recomendaciones del Plan Económico Financiero, aprobado en 2009.

Pau Morlà, anterior alcalde y objeto directo de las acusaciones de Sugrañes y la concejala Juana María Pons niega la mayor. "El Ayuntamiento ha realizado una correcta gestión económica en lo que se refiere a la aplicación del Plan Económico Financiero". Morlà expone que el actual problema de las cuentas es "la falta de liquidez municipal que el equipo de gobierno ha de gestionar en tres ámbitos", que son el cobro de impuestos de 2011, los impagos al Consistorio y los aprovechamientos urbanísticos, lo que suma 15 millones de euros.

Morlà no sólo se defiende sino que contragolpea. "Ahora se dan cuenta (el PP) que no debían haber boicoteado la venta de algunas parcelas municipales de Torre-Solí, ahora tendríamos una situación de tesorería mucho mejor". Pide al actual equipo de gobierno que gestione estos ingresos pendientes y deje de "hacer oposición de la oposición y amenazar gratuitamente".

Plan financiero
En cuanto al detalle del cumplimento del Plan Económico Financiero, los socialistas se defienden en cuatro puntos. En primer lugar señalan que nunca pidieron créditos superiores al importe de las amortizaciones de cada año y que las cifras del PP son erróneas al computar como deuda a largo plazo dos operaciones de tesorería a corto plazo. Por otra parte, asegura que se han incrementando algunas tasas como mandaba el plan, no se ha puesto en marcha ningún nuevo servicio y, por último, se ha mejorado la estabilidad presupuestaria con una mejora en el balance del ejercicio 2010 de un millón de euros respecto al año anterior a la aprobación del plan.