Cansados, pero con ganas de disfrutar de las vacaciones y de paso recibir algunos cuidados médicos. Así llegaron a primera hora de la tarde de ayer al Aeropuerto de Menorca 18 niños y niñas saharauis dentro del proyecto Vacaciones en Paz que organiza en Menorca la Associació d'Amigues i Amics del Poble Sahrauí. En la terminal se vivieron un año más escenas de gran emotividad y alegría especialmente entre las familias y los niños que mantienen desde hace tiempo estrechos vínculos de amistad y contacto permanente.
Los pequeños -ninguno supera los 12 años edad- pasarán el verano en la Isla con diferentes familias de acogida. Nueve de ellas se estrenan por primera vez, el resto son repetidoras, al igual que alguno de los niños, según explicó Antònia Vidal, coordinadora del proyecto en Menorca. Y entre los pequeños, del mismo modo que el año pasado, llegaron también a la Isla dos alumnos de la escuela de discapacitados de Dajla.
Los niños permanecerán en Menorca hasta el próximo 12 de septiembre, entremedias les esperan intensas experiencias y una alimentación más equilibrada que ayude a paliar sus carencias nutricionales. Además, recibirán asistencia pediátrica general, visitarán al oftalmólogo y al dentista, un programa médico obligado que algunos experimentarán por primera vez, mientras que otros repetirán tratamiento.
"Nuestro objetivo es alejarles de los campamentos durante un tiempo para que reciban una alimentación más adecuada y atención médica, además de ser pequeños embajadores de la causa saharaui", explica Vidal. Todos los pequeños proceden del desierto, de los campos de refugiados de Tindouf, en Argelia, donde sus hermanos y padres junto a casi 20.000 familias más soportan más de 30 años de exilio como consecuencia del conflicto que enfrente a saharauis y marroquíes en el Sáhara Occidental.
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