Espectáculo. El público congregado en el campo de fútbol disfrutó de una propuesta diferente y original construida a base de música e imágenes - Javier

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Sin alfombra roja -ni verde, que hay festivales innovadores- pero con los mismos nervios de un estreno. Lo reconocía ayer Isaac Mascaró poco antes del inicio del primer concierto de la gira estival de la Banda de Es Migjorn.

El director añadía que además de nerviosos estaban muy ilusionados por ver cómo respondía el público ante un formato diferente y original en el que la música y los efectos se coordinaba con imágenes de película que han quedado grabadas en el imaginario colectivo.

Y el público, más de 800 personas, respondió con creces a la hora y media larga de música que ofreció la formación apoyada en esta ocasión por instrumentos ajenos como flautas étnicas, violín o gaitas a fin de subrayar la simbiosis entre música e imágenes, apelar a la sensibilidad y conseguir un final alegre para un espectáculo con mayúsculas. Satisfacción a su término entre los migjorners y los visitantes que habían tenido la ocasión de vivir el estreno de la gira de este año y entre los músicos que pudieron chequear el resultado de las duras jornadas de ensayo que han vivido desde que comenzasen a preparar el concierto en enero.

Para quienes no se conformen con leerlo, la Banda de Es Migjorn ofrecerá esta noche un nuevo concierto-proyección en el campo de futbol de Es Mercadal, a partir de las 21.30 horas, que se repetirá hasta el próximo miércoles en Alaior, Sant Lluís y Maó.