Presentación. El obispo Salvador Giménez, junto a Francesc Triay, Joan Mir y Antònia Florit - Rubén

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La crisis económica continúa haciendo mella en la sociedad menorquina. Así lo demuestran los datos revelados por Caritas Diocesana en la presentación de la memoria correspondiente al año pasado. Si bien el número de personas atendidas en 2010 (799) no fue superior al año anterior, sí ha sido notablemente mayor el número de respuestas de intervención que se han hecho en cada unas de las familias y personas asistidas.

La explicación a ese hecho, según la secretaria general de Caritas, Antònia Florit, es que ahora hay mucha gente desfavorecida que "vive una situación más compleja y necesita una intervención más a largo plazo y más global".

En concreto, el año pasado se aplicaron 2.226 recursos, 340 más que en 2009, lo que implica un aumento del 18 por ciento. Se trata de una tendencia al alza desde el año 2006 (1.278) pero que se ha visto fuertemente acentuada a partir de 2008 (1.358), año en que comenzó a apretar la crisis económica. Comenta al respecto el director de la entidad, Joan Mir, que se ha detectado en la actividad de Caritas cómo ha afectado el hecho de que muchas personas hayan agotado los recursos que les llegaban desde la Administración.

El informe pone de manifiesto que durante el año pasado se atendió a un grueso importante de personas y familias en situación de vulnerabilidad moderada o grave por la incapacidad para hacer frente a los gastos básicos, como alimentación y vivienda. También se ha detectado el retorno de familias y personas que ya habían acudido con anterioridad a Caritas y que después de procesos de inserción habían normalizado su situación.

En definitiva, el estudio sostiene que actualmente las soluciones son más complejas que hace un año y resulta más difícil obtener soluciones a corto plazo. Al respecto, Florit apunta que los resultados de la memoria "no hay solo datos, sino rostros y personas que tienen alguna necesidad".

Y luchar contra esas deficiencias es de lo que se ocupa Caritas desde hace muchos años, tal como recordaba ayer el obispo de Menorca, Salvador Giménez, quien recalca que lo que se pretende con la memoria es "informar de lo que hacemos y sensibilizar sobre lo que falta por hacer".

Presupuesto

Caritas manejó el año pasado un presupuesto que rondó los 2,5 millones de euros, y el ejercicio se cerró con un superávit de 23.000 euros. La crisis económica supone en los últimos tiempos un gran obstáculo para obtener recursos de las entidades financieras y administraciones a través de convenios, por lo que la entidad ha ideado un sistema de bonos solidarios que será presentado próximamente por un importe de 2 millones de euros, cantidad que estará destinada a reflotar uno de los programas bandera de la entidad, la Planta TIV, después de que recientemente quedara devastada por las llamas.